Algunos dolores de espalda y de rodilla tienen su origen en los pies. Con un estudio biomecánico y una revisión podológica completa se puede descubrir de donde provienen estas alteraciones.
El podólogo, Martín Rueda, nos explica la importancia de un buen calzado para evitar problemas de espalda o de rodilla.
¿Muchos pacientes acuden al podólogo después de visitar a muchos especialistas y no encontrar solución a su dolor?
Es cierto, aunque cada vez menos. Se acostumbran al valor las cosas de forma aislada, cuando realmente no debería ser así, ya que nuestro cuerpo resulta del equilibrio entre sus segmentos, y cuando alguno se desajusta, repercute directamente sobre el resto.
Teniendo en cuenta que el pie es nuestra base, deberíamos empezar siempre por valorar posibles alteraciones biomecánicas para entender como se organizan mecánicamente sobre él el resto de la cadena cinemática, es decir, la rodilla, la cadera, la columna...
¿Existe relación entre los problemas de apoyo y las alteraciones en otras extremidades?
Seguro que sí. Para entenderlo, debemos acostumbrarnos a ver al cuerpo como una estructura organizada, en la que cada una de sus partes se apoya y equilibra sobre la de más abajo, para conseguir un equilibrio de fuerzas y de cargas.
Visto de esta manera, podríamos hacer una analogía arquitectónica contemplando al pie como una bóveda sobre la que se sostiene una columna que es el resto de la extremidad. Las dos extremidades o piernas, se unen formando una nueva bóveda que es la pelvis, y sobre ella se equilibra la columna vertebral. A partir de aquí, es lógico interpretar que cuando una de las partes no está bien apoyada, desorganiza y 'resquebraja' al conjunto y, por tanto, puede ser el origen de una lesión tanto muscular como articular fuera del pie.
¿Tratando los pies se alivian alteraciones de espalda o de rodilla?
La espalda, a nivel lumbar, se sostiene sobre un solo disco vertebral, que es pequeño, y soporta el 50% del peso corporal, carga que se ve incrementada cuando transportamos un objeto, como puede ser un maletín, un ordenador o una caja de herramientas, especialmente sobre una de las manos. También cuando en el trabajo adoptamos posturas incorrectas, e incluso cuando tenemos malos hábitos por ejemplo al estar sentados, escribir o usar un ordenador.
Para que el disco nos dure en buen estado y al cumplir años no nos amargue la vida, debemos valorar si trabaja en equilibrio. Si una de las bóvedas de soporte o pie, es diferente a la otra, se produce una repercusión directa sobre la rodilla y la columna. Por tanto disminuye seriamente la estabilidad de las mismas y consecuentemente su duración y resistencia en el tiempo.
Justamente aquí tienen su origen muchos problemas de desgaste articular, meniscopatias, artrosis y de escoliosis y hernias discales, de los que el paciente no es consciente hasta que nota dolor, circunstancia que generalmente llega cuando ya hay lesión, y que muchas veces, con un tratamiento adecuado, se podía haber retrasado o evitado.
¿Cuándo se recomienda realizar un estudio biomecánico del pie? ¿En qué consiste?
El pie, como cualquier otra parte del cuerpo, puede presentar problemas de índole genético o hereditario, que ya son evidentes desde el nacimiento. Otras veces, puede presentar problemas originados por compresión durante el embarazo, por tanto hay que valorarlo cuando nace el bebé.
Si no hay ninguno de esos casos, hay que vigilar su evolución de desarrollo evitando posturas repetitivas que el niño puede 'grabar' como normales y harán que luego, cuando empiece a gatear o caminar, se vean incrementadas con la carga. Si no hay ninguno de estos problemas objetivables, debería hacerse una revisión de salud cuando empiece a caminar y posteriormente hacia los 2–3 años de edad.
El estudio biomecánico valora el equilibrio de cargas y el funcionamiento de las articulaciones:
1.- Valoración de la morfología de los ejes, de las articulaciones y de los músculos
2.- Estudiar el reparto de presiones mediante plataformas de cargas que nos ofrecen el mapa de presiones, la situación de los centros de masas y la estabilidad tanto en apoyo normal como en dinámica o carrera.
3.- Valoración videográfica, con cámaras de alta velocidad si el caso lo requiere.
4.- Uso de giroscopios y acelerómetros para detectar y cuantificar posibles desequilibrios
A veces solo utilizando el zapato adecuado, ¿se solucionan muchos problemas?
Seguro que sí. Los dos grandes problemas que tenemos en una sociedad civilizada son los suelos duros y uniformes y la moda en el calzado, especialmente femenino, donde los criterios de salud son sustituidos por criterios estéticos.
Un calzado adecuado evitaría muchos problemas, como los llamados juanetes, dedos en garra, dolor metatarsal y garantizaría la estabilidad de la rodilla, de la cadera y de la columna.
¿Cuándo recomienda el uso de plantillas o soportes plantares?
Sera necesario aplicar una plantilla cuando nos encontremos con un problema de desequilibrio de pies o de ejes, que requiera estabilizar las cargas. Tengamos presente que una plantilla es un suelo equilibrado y ajustado a cada pie de forma muy personalizada, y que no influye solo en como se aguanta cuando se está de pie, sino en cómo se mueve en la actividad diaria.
En este sentido creo que es muy importante que las personas entiendan que cualquier plantilla estandarizada o confeccionada sin un examen biomecánico previo, hecho por un profesional, es decir, por un podólogo, puede resultar perjudicial.
¿Alguna recomendación para el zapato de primavera?
La única diferencia debería marcarla la temperatura, usando un calzado que permita que el pie evapore mejor el calor, y por tanto con un material más ventilado, pero que la suela siga siendo la adecuada, es decir, estable, y a ser posible de material amortiguante.
La información proporcionada ha sido planteada para apoyar, no reemplazar, la relación directa que existe los pacientes/visitantes de este sitio web y su médico. Si tiene problemas de salud, consulte a su médico.
Fuente:http://www.lavanguardia.com/salud/podologia/20150323/54428374050/uso-calzado-adecuado-evitar-problemas-fisicos.html#ixzz3cJwUhMsc
El podólogo, Martín Rueda, nos explica la importancia de un buen calzado para evitar problemas de espalda o de rodilla.
¿Muchos pacientes acuden al podólogo después de visitar a muchos especialistas y no encontrar solución a su dolor?
Es cierto, aunque cada vez menos. Se acostumbran al valor las cosas de forma aislada, cuando realmente no debería ser así, ya que nuestro cuerpo resulta del equilibrio entre sus segmentos, y cuando alguno se desajusta, repercute directamente sobre el resto.
Teniendo en cuenta que el pie es nuestra base, deberíamos empezar siempre por valorar posibles alteraciones biomecánicas para entender como se organizan mecánicamente sobre él el resto de la cadena cinemática, es decir, la rodilla, la cadera, la columna...
¿Existe relación entre los problemas de apoyo y las alteraciones en otras extremidades?
Seguro que sí. Para entenderlo, debemos acostumbrarnos a ver al cuerpo como una estructura organizada, en la que cada una de sus partes se apoya y equilibra sobre la de más abajo, para conseguir un equilibrio de fuerzas y de cargas.
Visto de esta manera, podríamos hacer una analogía arquitectónica contemplando al pie como una bóveda sobre la que se sostiene una columna que es el resto de la extremidad. Las dos extremidades o piernas, se unen formando una nueva bóveda que es la pelvis, y sobre ella se equilibra la columna vertebral. A partir de aquí, es lógico interpretar que cuando una de las partes no está bien apoyada, desorganiza y 'resquebraja' al conjunto y, por tanto, puede ser el origen de una lesión tanto muscular como articular fuera del pie.
¿Tratando los pies se alivian alteraciones de espalda o de rodilla?
La espalda, a nivel lumbar, se sostiene sobre un solo disco vertebral, que es pequeño, y soporta el 50% del peso corporal, carga que se ve incrementada cuando transportamos un objeto, como puede ser un maletín, un ordenador o una caja de herramientas, especialmente sobre una de las manos. También cuando en el trabajo adoptamos posturas incorrectas, e incluso cuando tenemos malos hábitos por ejemplo al estar sentados, escribir o usar un ordenador.
Para que el disco nos dure en buen estado y al cumplir años no nos amargue la vida, debemos valorar si trabaja en equilibrio. Si una de las bóvedas de soporte o pie, es diferente a la otra, se produce una repercusión directa sobre la rodilla y la columna. Por tanto disminuye seriamente la estabilidad de las mismas y consecuentemente su duración y resistencia en el tiempo.
Justamente aquí tienen su origen muchos problemas de desgaste articular, meniscopatias, artrosis y de escoliosis y hernias discales, de los que el paciente no es consciente hasta que nota dolor, circunstancia que generalmente llega cuando ya hay lesión, y que muchas veces, con un tratamiento adecuado, se podía haber retrasado o evitado.
¿Cuándo se recomienda realizar un estudio biomecánico del pie? ¿En qué consiste?
El pie, como cualquier otra parte del cuerpo, puede presentar problemas de índole genético o hereditario, que ya son evidentes desde el nacimiento. Otras veces, puede presentar problemas originados por compresión durante el embarazo, por tanto hay que valorarlo cuando nace el bebé.
Si no hay ninguno de esos casos, hay que vigilar su evolución de desarrollo evitando posturas repetitivas que el niño puede 'grabar' como normales y harán que luego, cuando empiece a gatear o caminar, se vean incrementadas con la carga. Si no hay ninguno de estos problemas objetivables, debería hacerse una revisión de salud cuando empiece a caminar y posteriormente hacia los 2–3 años de edad.
El estudio biomecánico valora el equilibrio de cargas y el funcionamiento de las articulaciones:
1.- Valoración de la morfología de los ejes, de las articulaciones y de los músculos
2.- Estudiar el reparto de presiones mediante plataformas de cargas que nos ofrecen el mapa de presiones, la situación de los centros de masas y la estabilidad tanto en apoyo normal como en dinámica o carrera.
3.- Valoración videográfica, con cámaras de alta velocidad si el caso lo requiere.
4.- Uso de giroscopios y acelerómetros para detectar y cuantificar posibles desequilibrios
A veces solo utilizando el zapato adecuado, ¿se solucionan muchos problemas?
Seguro que sí. Los dos grandes problemas que tenemos en una sociedad civilizada son los suelos duros y uniformes y la moda en el calzado, especialmente femenino, donde los criterios de salud son sustituidos por criterios estéticos.
Un calzado adecuado evitaría muchos problemas, como los llamados juanetes, dedos en garra, dolor metatarsal y garantizaría la estabilidad de la rodilla, de la cadera y de la columna.
¿Cuándo recomienda el uso de plantillas o soportes plantares?
Sera necesario aplicar una plantilla cuando nos encontremos con un problema de desequilibrio de pies o de ejes, que requiera estabilizar las cargas. Tengamos presente que una plantilla es un suelo equilibrado y ajustado a cada pie de forma muy personalizada, y que no influye solo en como se aguanta cuando se está de pie, sino en cómo se mueve en la actividad diaria.
En este sentido creo que es muy importante que las personas entiendan que cualquier plantilla estandarizada o confeccionada sin un examen biomecánico previo, hecho por un profesional, es decir, por un podólogo, puede resultar perjudicial.
¿Alguna recomendación para el zapato de primavera?
La única diferencia debería marcarla la temperatura, usando un calzado que permita que el pie evapore mejor el calor, y por tanto con un material más ventilado, pero que la suela siga siendo la adecuada, es decir, estable, y a ser posible de material amortiguante.
La información proporcionada ha sido planteada para apoyar, no reemplazar, la relación directa que existe los pacientes/visitantes de este sitio web y su médico. Si tiene problemas de salud, consulte a su médico.
Fuente:http://www.lavanguardia.com/salud/podologia/20150323/54428374050/uso-calzado-adecuado-evitar-problemas-fisicos.html#ixzz3cJwUhMsc