De acuerdo a algunas investigaciones, hacer ésto no es bueno para nuestra salud, te explicamos por qué.
Para empezar diremos que no es igual dejar un vaso con agua quieto durante 5 minutos que toda una noche hasta beberlo. No tan solo que cambiará el gusto del agua sino que se depositarán en este recipiente una serie de bacterias y partículas que pueden hacernos mucho daño a la salud.
Si bien el agua no posee ningún tipo de proteínas ni azucares, es decir, es “insípida”, cuando la dejamos reposar durante muchas horas podemos detectar un cambio que hará que nos parezca desagradable al paladar ¿por qué?
Lo que ocurre es que todo lo que pulula en el aire: partículas de polvo, bacterias y toxinas han ido depositándose en el agua conforme iban pasando las horas. Y cuando nos despertamos, una de las primeras cosas que necesitamos hacer es hidratarnos, entonces… ¿quién no ha echado mano del vaso de agua que dejó al pie de la cama el día anterior? Debes saber que ese agua ¡recibió una “colonización” de toda clase de agentes patógenos!
Esto que te estamos compartiendo no es un parecer o una opinión de alguien, sino que se ajusta a estudios científicos. En este sentido, de acuerdo al Dr. Kellogg Schwab, director de Johns Hopkins University Water Institute, este vaso de agua que permanece a la intemperie a temperatura ambiente, atraviesa un proceso de invasión de microorganismos a lo largo de toda la noche.
Mas allá de que actualmente el agua suele ser tratada con cloro, elemento que permite regular la presencia de estas pequeñas comunidades, cuando este elemento vital reposa a temperatura ambiente aquellas empiezan a multiplicarse rápidamente. En consecuencia, más allá de la higiene del agua y del vaso al ser servida, al pasar algún tiempo, estamos bebiendo una mezcla de gérmenes en un medio líquido incoloro, sin que visualmente podamos distinguirlos.
Por otro lado, es también necesario señalar que cuando el agua queda expuesta al aire por un tiempo prolongado absorbe gran cantidad de dióxido de carbono, lo cual produce una serie de modificaciones o alteraciones en la composición química del agua.
Es por ello que no es recomendable tomar agua que reposó al descubierto desde la noche anterior, expuesta al aire, aún por más cómodo que tener un vaso cerca nos pueda parecer.
Según lo que acabas de leer, vale la pena hacer un pequeño esfuerzo y caminar unos pasos para conseguir agua fresca, envasada y libre de gérmenes y polución ambiental ¿no te parece?
¿Te ha sido útil este artículo? Comparte “Descubre por qué no deberías beber el agua que dejaste ayer al lado de tu cama” y ayuda a otras personas a vivir más plenas y saludables.
Fuente:http://salud.facilisimo.com/descubre-por-que-no-deberias-beber-el-agua-que-dejaste-ayer-al-lado-de-tu-cama_1857980.html
Para empezar diremos que no es igual dejar un vaso con agua quieto durante 5 minutos que toda una noche hasta beberlo. No tan solo que cambiará el gusto del agua sino que se depositarán en este recipiente una serie de bacterias y partículas que pueden hacernos mucho daño a la salud.
Si bien el agua no posee ningún tipo de proteínas ni azucares, es decir, es “insípida”, cuando la dejamos reposar durante muchas horas podemos detectar un cambio que hará que nos parezca desagradable al paladar ¿por qué?
Lo que ocurre es que todo lo que pulula en el aire: partículas de polvo, bacterias y toxinas han ido depositándose en el agua conforme iban pasando las horas. Y cuando nos despertamos, una de las primeras cosas que necesitamos hacer es hidratarnos, entonces… ¿quién no ha echado mano del vaso de agua que dejó al pie de la cama el día anterior? Debes saber que ese agua ¡recibió una “colonización” de toda clase de agentes patógenos!
Esto que te estamos compartiendo no es un parecer o una opinión de alguien, sino que se ajusta a estudios científicos. En este sentido, de acuerdo al Dr. Kellogg Schwab, director de Johns Hopkins University Water Institute, este vaso de agua que permanece a la intemperie a temperatura ambiente, atraviesa un proceso de invasión de microorganismos a lo largo de toda la noche.
Mas allá de que actualmente el agua suele ser tratada con cloro, elemento que permite regular la presencia de estas pequeñas comunidades, cuando este elemento vital reposa a temperatura ambiente aquellas empiezan a multiplicarse rápidamente. En consecuencia, más allá de la higiene del agua y del vaso al ser servida, al pasar algún tiempo, estamos bebiendo una mezcla de gérmenes en un medio líquido incoloro, sin que visualmente podamos distinguirlos.
Por otro lado, es también necesario señalar que cuando el agua queda expuesta al aire por un tiempo prolongado absorbe gran cantidad de dióxido de carbono, lo cual produce una serie de modificaciones o alteraciones en la composición química del agua.
Es por ello que no es recomendable tomar agua que reposó al descubierto desde la noche anterior, expuesta al aire, aún por más cómodo que tener un vaso cerca nos pueda parecer.
Según lo que acabas de leer, vale la pena hacer un pequeño esfuerzo y caminar unos pasos para conseguir agua fresca, envasada y libre de gérmenes y polución ambiental ¿no te parece?
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