Es verdad que algunos alimentos orgánicos suelen costar más que los alimentos convencionales pero hay razones válidas para esto.
Por eso, cuando veas un producto realmente barato es importante detenerte a pensar: ¿por qué es tan económico? ¿Será posible que contenga ingredientes de mala calidad o que hayan sido contaminados con pesticidas letales? ¿O que estén repletos de químicos (como colorantes y conservadores artificiales) dañinos para el organismo?
Es cierto, suena un poco trágico. Pero no quiere decir que todo lo bueno tiene que ser forzosamente costoso. Sin embargo, cuando la comida te la dan casi regalada o a precios muy bajos quiere decir que hay motivos reales para sospechar.
Los alimentos que proceden de la agricultura orgánica y otros sistemas de producción sustentable cuidan al medio ambiente, la salud humana y el bienestar de la comunidad de los trabajadores. Y eso tiene un valor justo que se ve reflejado en el precio.
Los alimentos que proceden de la agricultura orgánica y otros sistemas de producción sustentable cuidan al medio ambiente, la salud humana y el bienestar de la comunidad de los trabajadores. Y eso tiene un valor justo que se ve reflejado en el precio.
En realidad, consumir alimentos libres de sustancias tóxicas no es un gasto sino una inversión en tu salud y la de tu familia. De cualquier modo, hay acciones que puedes implementar para comer sano sin estirar demasiado tu presupuesto.
1. Designá un presupuesto. Define cuánto querés gastar en alimentos y apegate a tu plan financiero.
2. Planeá un menú semanal. Buscá inspiración en blogs, revistas y libros de cocina. Así solamente comprarás los ingredientes necesarios y añadirás variedad de nutrientes a tu dieta.
3. Comé según a las estaciones. Los productos de temporada, particularmente la fruta y la verdura, son más económicos. Además, tiene sentido estar en ritmo con los ciclos originales de la naturaleza.
4. Dominá el arte de cocinar en tandas. Preparar una comida completa a partir de ingredientes integrales es ideal pero también puede significar mucho trabajo y una tonelada de platos para lavar. La siguiente vez que hagas esa deliciosa salsa de tomate o ese nutritivo caldo de pollo cociná el doble y congelá un poco para otra ocasión.
5. Comprá granos enteros, condimentos, frutos secos, nueces, semillas y leguminosas a granel. Casi todos los mercados tienen puestos especializados en esta área, así como los grandes supermercados y algunos almacenes o mercados independientes. En lugar de gastar en todo el paquete podrás adquirir el volumen exacto.
6. Sembrá tus hierbas y hojas verdes. Es realmente sencillo en un cajón de madera o en macetas. Si tenés espacio podrías comenzar tu huerta urbana o tal vez podrías participar en un proyecto de agricultura comunitaria de tu localidad.
7. Comprá directamente del productor. Ya sea en tu mercado local, en la feria orgánica o en locales independientes que actúan como un puente directo entre el campesino y los consumidores responsables.
8. Cuando se trate de pollo o pescado, adquirí todo el animal y aprovechá mejor sus partes. En cuanto a huevo, carne y lácteos orgánicos se refiere, se puede reducir la cantidad pero incrementar la calidad. Hablá con tu carnicero para aprender sobre algunos cortes que tengan un precio más accesible pero que sean igualmente sabrosos.
9. Beneficiate de utilizar técnicas inteligentes para preservar mejor tus compras. Utilizá envases de cristal para mantener los alimentos frescos. Secá tus propias hierbas. Prepará tus conservas. Aprendá qué va dentro del refrigerador y qué se conserva mejor en la alacena. ¡Y sacale ventaja a tu freezer!
10. Aprovechá las rebajas para obtener productos básicos como aceite de oliva o para crear reservas de tus favoritos. Verificá siempre las fechas de caducidad.
Por Rocío Río de la Loza, Health Coach.
Fuente: http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/nutricion/nutricion-vida_sana-organicos-Alimentacion_0_1391261222.html
1. Designá un presupuesto. Define cuánto querés gastar en alimentos y apegate a tu plan financiero.
2. Planeá un menú semanal. Buscá inspiración en blogs, revistas y libros de cocina. Así solamente comprarás los ingredientes necesarios y añadirás variedad de nutrientes a tu dieta.
3. Comé según a las estaciones. Los productos de temporada, particularmente la fruta y la verdura, son más económicos. Además, tiene sentido estar en ritmo con los ciclos originales de la naturaleza.
4. Dominá el arte de cocinar en tandas. Preparar una comida completa a partir de ingredientes integrales es ideal pero también puede significar mucho trabajo y una tonelada de platos para lavar. La siguiente vez que hagas esa deliciosa salsa de tomate o ese nutritivo caldo de pollo cociná el doble y congelá un poco para otra ocasión.
5. Comprá granos enteros, condimentos, frutos secos, nueces, semillas y leguminosas a granel. Casi todos los mercados tienen puestos especializados en esta área, así como los grandes supermercados y algunos almacenes o mercados independientes. En lugar de gastar en todo el paquete podrás adquirir el volumen exacto.
6. Sembrá tus hierbas y hojas verdes. Es realmente sencillo en un cajón de madera o en macetas. Si tenés espacio podrías comenzar tu huerta urbana o tal vez podrías participar en un proyecto de agricultura comunitaria de tu localidad.
7. Comprá directamente del productor. Ya sea en tu mercado local, en la feria orgánica o en locales independientes que actúan como un puente directo entre el campesino y los consumidores responsables.
8. Cuando se trate de pollo o pescado, adquirí todo el animal y aprovechá mejor sus partes. En cuanto a huevo, carne y lácteos orgánicos se refiere, se puede reducir la cantidad pero incrementar la calidad. Hablá con tu carnicero para aprender sobre algunos cortes que tengan un precio más accesible pero que sean igualmente sabrosos.
9. Beneficiate de utilizar técnicas inteligentes para preservar mejor tus compras. Utilizá envases de cristal para mantener los alimentos frescos. Secá tus propias hierbas. Prepará tus conservas. Aprendá qué va dentro del refrigerador y qué se conserva mejor en la alacena. ¡Y sacale ventaja a tu freezer!
10. Aprovechá las rebajas para obtener productos básicos como aceite de oliva o para crear reservas de tus favoritos. Verificá siempre las fechas de caducidad.
Por Rocío Río de la Loza, Health Coach.
Fuente: http://entremujeres.clarin.com/vida-sana/nutricion/nutricion-vida_sana-organicos-Alimentacion_0_1391261222.html