También hemos hablado sobre las ventajas que tiene levantarse temprano, pues la gente que ha logrado el éxito asegura que siempre madruga.
Pero, ¿qué pasa con la siesta?. Seamos francos, la palabra «siesta» tiene una mala reputación, asociada normalmente a los niños, las personas mayores y a la gente perezosa.
Sin embargo, lo que seguramente no sabías es quemuchas de las mentes más brillantes fueron fanáticas de este hábito.
Leonardo da Vinci, por ejemplo, tomaba siestas cada cuatro horas para recargar sus baterías intelectuales; John F. Kennedy, cada mediodía durante el tiempo de su presidencia, se echaba la siesta junto a Jackie; y Thomas Edison solía romper sus períodos de trabajo de 72 horas con un montón de siestas rápidas.
Según un artículo publicado por la Escuela de Medicina de Harvard, “los resultados de un estudio neozelandés publicado en 2009, mostraron que los controladores aéreos que trabajan en el turno de noches obtuvieron mejores resultados en las pruebas de estado de alerta y rendimiento, si aprovechaban sus ratos libres para echarse una siesta”.
Por no mencionar que un estudio del sueño realizado por The Better Sleep Council reveló que el 48% de los estadounidenses aseguran estar privados de horas de sueño. Sin embargo, solo el 34% confirmó echarse la siesta regularmente.
Esto adquiere mucho sentido cuando es difícil estrujar el día para sacar tiempo para la siesta pero, ¿sabías que tan solo 10 minutos podrían hacer maravillas?. De hecho, la cantidad de tiempo que dedicamos a la siesta afectarnos de maneras muy distintas.
Leonardo da Vinci, por ejemplo, tomaba siestas cada cuatro horas para recargar sus baterías intelectuales; John F. Kennedy, cada mediodía durante el tiempo de su presidencia, se echaba la siesta junto a Jackie; y Thomas Edison solía romper sus períodos de trabajo de 72 horas con un montón de siestas rápidas.
Según un artículo publicado por la Escuela de Medicina de Harvard, “los resultados de un estudio neozelandés publicado en 2009, mostraron que los controladores aéreos que trabajan en el turno de noches obtuvieron mejores resultados en las pruebas de estado de alerta y rendimiento, si aprovechaban sus ratos libres para echarse una siesta”.
Por no mencionar que un estudio del sueño realizado por The Better Sleep Council reveló que el 48% de los estadounidenses aseguran estar privados de horas de sueño. Sin embargo, solo el 34% confirmó echarse la siesta regularmente.
Esto adquiere mucho sentido cuando es difícil estrujar el día para sacar tiempo para la siesta pero, ¿sabías que tan solo 10 minutos podrían hacer maravillas?. De hecho, la cantidad de tiempo que dedicamos a la siesta afectarnos de maneras muy distintas.
En realidad, existe una siesta para todo tipo de ocasiones, solo tienes que elegir la tuya:
La siesta energética
Albert Einstein sujetaba un lápiz mientras dormía. Cuando este caía, era hora de despertarse. Salvador Dalí también era fan de este pequeño truco, excepto porque utilizaba una llave en lugar de un lapicero. Debe ser que tuviese el sueño más profundo y necesitase un sonido más fuerte.
La siesta turbo
Consejo: la siesta turbo funciona mejor con una taza de café
La siesta de máximo rendimiento
Según Sara Mednick, profesora de psicología en la Universidad de California, esta siesta es ideal para mejorar la memoria cognitiva, que tiene que ver con los recuerdos. Por tanto, es mejor echarse una siesta de 60 minutos antes de una reunión importante o una gran presentación.
Consejo: la siesta de máximo rendimiento puede impulsarse gracias a la ayuda de un teléfono
Siesta de ciclo completo
Consejo: para este tipo de siesta puedes utilizar un antifaz para dormir
Fuente: littlethings
Fuente:http://lavozdelmuro.net/asi-es-como-nos-afecta-el-tiempo-que-dedicamos-a-echarnos-la-siesta-segun-su-duracion/