Cola de caballo:
Ingredientes:
-100 gramos de hierba cola de caballo
-1 litro de agua.
Hierva durante 15 minutos, cuela y deja enfriar, luego humedece un paño, y aplícalo donde en la zona se noten abultadas.
Deja reposar por 20 minutos retira con un trapo seco y no enjuagues, hazlo cada tercer día.
Mascarilla casera de zanahoria y aloe vera contra las várices.
Ingredientes:
-Una zanahoria
-Pulpa de aloe vera o sábila
-Cantidad necesaria de vinagre de manzana
Preparación:
Corta media zanahoria en trozos y colócala en el vaso de la batidora, donde añadirás una similar cantidad de pulpa de aloe vera o sábila. Esta la consigues cortando transversalmente los tallos y retirándola de su interior.
Procesa bien añadiendo un chorro generoso de vinagre de manzana, en una cantidad suficiente como para que se forme una pasta homogénea y untable.
Finalmente tocará el momento de la aplicación de esta mascarilla anti várices. Colócala sobre las partes de las piernas que estén afectadas por este problema e intenta mantener tus pies en alto durante unos 20/30 minutos.
Finalmente retira con agua fría.
Masaje con Aloe vera.
Masajear las varices con el gel que contienen las hojas del Aloe vera, hay quienes aseguran que este remedio casero utilizado con constancia todos los días y durante algunos meses disminuye el tamaño de las venas inflamadas.
El castaño de indias ( Aesculus hippocastanum )
Es el tratamiento herbal más popular para las varices en Alemania. El castaño de Indias es un arbol originario de Asia, en la actualidad es una de las plantas medicinales más usadas para los transtornos venosos, en medicina se utiliza sólo la corteza, ya que a diferencia del fruto, carece de efectos secundarios, por lo que es uno de los mejores remedios para tonificar las venas y los capilares.
Posee propiedades desinflamatorias y vasocontrictoras gracias a la presencia de los flavonoides, ayudando a aumentar la resistencia de los capilares y vasos sanguineos e incluso puede ayudarnos también a combatir la celulitis e incluso a las hemorroides gracias a sus propiedades astringentes.
Preparado de ajo y limón:
Lo que se realiza con estos dos alimentos es una especie de crema que nos servirá para untar sobre las várices. Deben darse pequeños masajes de forma circular y en dirección de estas venas.
Ingredientes:
Masaje con Aloe vera.
Masajear las varices con el gel que contienen las hojas del Aloe vera, hay quienes aseguran que este remedio casero utilizado con constancia todos los días y durante algunos meses disminuye el tamaño de las venas inflamadas.
El castaño de indias ( Aesculus hippocastanum )
Es el tratamiento herbal más popular para las varices en Alemania. El castaño de Indias es un arbol originario de Asia, en la actualidad es una de las plantas medicinales más usadas para los transtornos venosos, en medicina se utiliza sólo la corteza, ya que a diferencia del fruto, carece de efectos secundarios, por lo que es uno de los mejores remedios para tonificar las venas y los capilares.
Posee propiedades desinflamatorias y vasocontrictoras gracias a la presencia de los flavonoides, ayudando a aumentar la resistencia de los capilares y vasos sanguineos e incluso puede ayudarnos también a combatir la celulitis e incluso a las hemorroides gracias a sus propiedades astringentes.
Preparado de ajo y limón:
Lo que se realiza con estos dos alimentos es una especie de crema que nos servirá para untar sobre las várices. Deben darse pequeños masajes de forma circular y en dirección de estas venas.
Ingredientes:
- 6 dientes de ajo
- Todo el zumo que nos facilite un limón.
- 2 Cucharadas pequeñas de aceite de muy buena calidad y un tarro que tenga una boca ancha.
A los ajos debemos cortarlos de manera de dejarlos en forma de láminas. Tras ello añadiremos al tacho todo el zumo de limón junto con las dos cucharadas pequeñas de aceite. A todo esto lo tapamos bien y lo dejamos macerar por unas 12 horas.
Luego de ese tiempo agitamos fuertemente el tarro y con nuestros dedos índice y corazón tomamos dicha mezcla para aplicar a manera de masaje en las várices.
Prevención de las varices:
• Evitar el uso de calzado con tacones altos o demasiado plano, o ropa muy ajustada.
• Realizar duchas calientes en las piernas (a 38ºC), seguidas de duchas frías, alternando unos minutos de calor con otros de frío.
• Realizar una dieta balanceada, pobre en calorías y rica en fibras.
• Evitar una permanencia prolongada de pie sin moverse o estar sentado durante mucho tiempo con las piernas cruzadas.
• Hacer breves caminatas.
• Realizar masajes, con las piernas en alto, desde el tobillo hasta la rodilla.
• Evitar los ambientes con altas temperaturas.
• Elevar las piernas al mediodía durante media hora, aproximadamente.
• Practicar ejercicio físico.
VÁRICES SEGÚN EL DICCIONARIO DE LAS ENFERMEDADES EMOCIONALES.
Las varices son causadas por una dilatación excesiva y permanente de una o varias venas, acompañada de una alteración de la pared del vaso sanguíneo.
La persona que padece de várices es aquella que desea darse más libertad y tiempo libre, pero no sabe cómo hacerlo. Es del tipo que se hace cargo de muchas labores aunque le resulten pesadas y penosas, a causa de que exagera la importancia de sus preocupaciones.
Prevención de las varices:
• Evitar el uso de calzado con tacones altos o demasiado plano, o ropa muy ajustada.
• Realizar duchas calientes en las piernas (a 38ºC), seguidas de duchas frías, alternando unos minutos de calor con otros de frío.
• Realizar una dieta balanceada, pobre en calorías y rica en fibras.
• Evitar una permanencia prolongada de pie sin moverse o estar sentado durante mucho tiempo con las piernas cruzadas.
• Hacer breves caminatas.
• Realizar masajes, con las piernas en alto, desde el tobillo hasta la rodilla.
• Evitar los ambientes con altas temperaturas.
• Elevar las piernas al mediodía durante media hora, aproximadamente.
• Practicar ejercicio físico.
VÁRICES SEGÚN EL DICCIONARIO DE LAS ENFERMEDADES EMOCIONALES.
Las varices son causadas por una dilatación excesiva y permanente de una o varias venas, acompañada de una alteración de la pared del vaso sanguíneo.
La persona que padece de várices es aquella que desea darse más libertad y tiempo libre, pero no sabe cómo hacerlo. Es del tipo que se hace cargo de muchas labores aunque le resulten pesadas y penosas, a causa de que exagera la importancia de sus preocupaciones.
Al mismo tiempo le resulta difícil realizarlas con alegría. Puede ser una persona que se obliga a permanecer en una situación que odia. Por otro lado, observa la parte del cuerpo afectada por las várices para saber dónde se sitúa el problema.
Cuanto mayor sea la sensación de pesadez que te aportan las várices, más fuerte es el mensaje que recibes de que la vida te parece pesada y penosa. Es momento de saber que no necesitas estar dirigido por los "tienes que".
Cuanto mayor sea la sensación de pesadez que te aportan las várices, más fuerte es el mensaje que recibes de que la vida te parece pesada y penosa. Es momento de saber que no necesitas estar dirigido por los "tienes que".
Puedes permitirte un descanso temporal sin creer que, por ello, no eres una buena persona. La vocecita que siempre te empuja a hacer más o a hacerlo mejor, no es la voz de tu corazón. Deja que éste te dirija; él conoce mejor tus necesidades. Elige lo que quieres y lo que amas.
Las varices se sitúan habitualmente en las piernas. Son el resultado de venas hipertrofiadas.
Mis piernas me permiten andar por la vida, desplazarme de un lugar a otro. Varices en las piernas demuestran una mala circulación. Así, puedo concluir que el lugar en el cual estoy ya no me conviene o que no me gusta lo que realizo actualmente.
Ya no le encuentro alegría. Puede tratarse de una relación afectiva o incluso de un trabajo que se me ha hecho monótono. La sangre representa la alegría de vivir y la circulación del amor en mi Universo y mis venas son el medio de locomoción. La sangre en mis venas está en el camino de vuelta hacía el corazón, llevando con ella todo el amor que recibió del Universo.
La varicosidad puede indicar que un profundo conflicto emocional está directamente vinculado a la capacidad de amarme y de recibir todo este amor. La dirección que tomo o el suelo en que estoy no me dan lo que estoy esperando, en el sentido emocional. Esto bloquea y alborota mi “movimiento emocional”.
Tengo la sensación de arrastrar un peso enorme, como el preso que debe arrastrar constantemente su peso. Frecuentemente se trata de un peso financiero, el dinero causándome muchos dolores de cabeza y acechándome la avaricia. En general, tengo más la impresión de subir situaciones que de crearlas.
Varices en las piernas aparecen frecuentemente durante un embarazo, lo cual demuestra que ciertos temores están vinculados a este estado; como mujer embarazada, tengo miedo de compartir este amor con otra persona, perder mi individualidad en mi nuevo papel de madre.
Me siento desbordado y tengo miedo de no realizarlo todo porque tengo tendencia a aumentar los pequeños detalles.
Entonces puede producirse el desánimo.
Para restablecer esta situación, es importante que aprenda a amar lo que hago.
Las varices se sitúan habitualmente en las piernas. Son el resultado de venas hipertrofiadas.
Mis piernas me permiten andar por la vida, desplazarme de un lugar a otro. Varices en las piernas demuestran una mala circulación. Así, puedo concluir que el lugar en el cual estoy ya no me conviene o que no me gusta lo que realizo actualmente.
Ya no le encuentro alegría. Puede tratarse de una relación afectiva o incluso de un trabajo que se me ha hecho monótono. La sangre representa la alegría de vivir y la circulación del amor en mi Universo y mis venas son el medio de locomoción. La sangre en mis venas está en el camino de vuelta hacía el corazón, llevando con ella todo el amor que recibió del Universo.
La varicosidad puede indicar que un profundo conflicto emocional está directamente vinculado a la capacidad de amarme y de recibir todo este amor. La dirección que tomo o el suelo en que estoy no me dan lo que estoy esperando, en el sentido emocional. Esto bloquea y alborota mi “movimiento emocional”.
Tengo la sensación de arrastrar un peso enorme, como el preso que debe arrastrar constantemente su peso. Frecuentemente se trata de un peso financiero, el dinero causándome muchos dolores de cabeza y acechándome la avaricia. En general, tengo más la impresión de subir situaciones que de crearlas.
Varices en las piernas aparecen frecuentemente durante un embarazo, lo cual demuestra que ciertos temores están vinculados a este estado; como mujer embarazada, tengo miedo de compartir este amor con otra persona, perder mi individualidad en mi nuevo papel de madre.
Me siento desbordado y tengo miedo de no realizarlo todo porque tengo tendencia a aumentar los pequeños detalles.
Entonces puede producirse el desánimo.
Para restablecer esta situación, es importante que aprenda a amar lo que hago.
Soy libre de elegir y circular libremente.
Los mejores ejercicios para los pacientes con várices son la caminata, la marcha, subir pendientes o escaleras y la natación.
También existen una serie de ejercicios destinados a mejorar el retorno venoso, aumentar el tono de las venas y mejorar el tono muscular de los miembros inferiores todo lo cual redundará en una mejoría de los síntomas.
1. Contracción y estiramiento de piernas:
Acostados, con los brazos detrás de la nuca (a), flexionar una pierna contrayéndola de manera tal que lleve la rodilla hacia el pecho, sin que la cintura se despegue del piso (b). Luego elevar la pierna hacia el techo para dejarla en posición recta (formando un ángulo de 90º con el torso). Baje lentamente la pierna estirada y sin flexionar hacia el piso. Repita el ejercicio de la misma forma con la otra pierna.
2. Levantamiento de piernas (con movimiento de pies):
Acostados, con los brazos ubicados detrás de la nuca (a), elevar una pierna hasta formar un ángulo de 90º con el torso (b). Una vez que tiene la pierna en alto, mueva los dedos del pie hacia delante y hacia atrás. Realice este movimiento varias veces y luego descienda la pierna estirada en forma lenta hacia el piso. Repita el ejercicio con la otra pierna.
3. Movimientos circulares de piernas (en suspensión):
Acostados, con los brazos estirados a los costados y la nuca sobre una almohada ligera, elevar las piernas hasta formar una ángulo de 45º con el torso. Una vez que las piernas permanecen en alto, mover los pies realizando movimientos circulares hacia dentro y hacia fuera. Realizar varios círculos y luego descender ambas piernas. Descansare y repetir una vez más el ejercicio.
4. Movimientos de pie con pierna suspendida:
Acostados y con los brazos estirados a los costados, elevar una pierna hasta formar una ángulo de 45º con el torso. Una vez que la pierna permanece en alto, mover el pie realizando movimientos hacia delante y luego hacia atrás. Realice varios movimientos y luego descienda la pierna. Repita el ejercicio con la otra pierna y el otro pie.
5. Movimientos de piernas al estilo “bicicleta”:
Acostados, elevar ambas piernas despegándolas del piso y sosteniendo las caderas con ambas manos, ubicando los brazos al costado del cuerpo. Realizar movimientos circulares alternados, como si estuviera pedaleando en una bicicleta. Haga los movimientos durante un par de minutos, descanse y repita nuevamente la serie.
También son buenas las cataplasmas para desinflamar y aliviar el dolor.
Fuente: http://saikualternativo.blogspot.com/2015/05/ejercicios-y-tratamientos-naturales.html