Al ser un órgano tan sumamente complejo, el cerebro divide sus diferentes funciones por áreas, de esta forma, cada “departamento” puede especializarse en ciertas tareas y transmitir la información procesada a otras áreas cerebrales. El cerebro se encarga de gestionar la información sensorial, control y coordinación de los movimientos, y del comportamiento entre otras tareas.
Regiones cerebrales
Varios estudios de neuroimagen cerebral han demostrado que hay varias regiones cerebrales afectadas en niños con TDAH.
Se han descrito alteraciones en:
La corteza prefrontal: encargada de la función ejecutiva como planificar acciones, iniciarlas, darse cuenta de los errores y corregirlos, evitar distracciones por estímulos irrelevantes, ser flexible si las circunstancias cambian…
El cuerpo calloso: sirve de comunicación entre los dos hemisferios cerebrales, para asegurar un trabajo conjunto y complementario.
Los ganglios basales: implicados en el control de los impulsos al coordinar o filtrar la información que llega de otras regiones del cerebro e inhibir las respuestas automáticas.
El cíngulo anterior: se encarga de la gestión afectiva y del manejo de las emociones.
Neurotransmisores
Los neurotransmisores actúan como mensajeros químicos que sirven para que las neuronas se comuniquen entre ellas a través de unos receptores. De esta forma los impulsos neuronales se transmiten de una neurona a otra y de una región cerebral a otra.
1. El impulso nervioso llega al extremo de la neurona presináptica.
2. Las vesículas con neurotransmisores se van desplazando hacia la membrana presináptica.
3. Las vesículas se fusionan con la membrana presináptica y los neurotransmisores se liberan en el espacio intersináptico.
4. Los neurotransmisores se unen a los receptores de la membrana postsináptica.
5. Se transmite el impulso nervioso a la neurona postsináptica.
¿Cómo afecta el TDAH en la neurotransmisión?
Los estudios realizados indican que el TDAH produce problemas en los circuitos reguladores que comunican dos zonas cerebrales: córtex prefrontal y ganglios basales. Estas áreas se comunican a través de la dopamina y la noradrenalina. Al tener una liberación deficitaria de estos neurotransmisores y un alto nivel de recaptación de las mismas, se altera la neurotransmisión, afectando a la atención, el estado de alerta, la memoria de trabajo y el control ejecutivo.
La disminución del metabolismo sináptico de los neurotransmisores produce las siguientes consecuencias:
- Disminuye la atención
- Disminuye la capacidad de iniciar y continuar actividades
- Dificulta la memoria de trabajo (o memoria a corto plazo)
- Dificulta la neutralización de estímulos irrelevantes
- Dificulta la capacidad para bloquear respuestas inadecuadas
- Dificulta la planificación de actividades complejas
- Dificulta la organización
- Incrementa la actividad física
- Incrementa la impulsividad
Fuente: http://bioguia.es/video-entender-las-personas-afectadas-tdah-trastorno-deficit-atencion-e-hiperactividad-2/