En opinión al articulo llamado “La toxica verdad sobre el azúcar” publicado el 1 de febrero en el periódico Nature. Robert Lustig, Laura Schmidt y Claire Brindis argumentan que es poco apropiado considerar el azúcar solo como calorías sin impacto.
Existe gran impacto derivado de estas calorías. Creciente evidencia científica ha demostrado que la fructosa puede provocar la activación de procesos que intoxican el hígado además de una serie de enfermedades crónicas. Por lo que se llega a la conclusión que un poco de azúcar no es u problema, pero mucha mata lentamente.
Casi todo el mundo a escuchado o experimentado personalmente niveles de azúcar altos, por lo que la comparación del azúcar con el alcohol o el tabaco no debería sorprender.
Los autores de este informe sugieren gravar los alimentos azucarados en Estados Unidos, sin embargo, en mi opinión no solo sería benéfico una regularización es Estados Unidos, si no también en países que presentan altos índices de obesidad.
Un dato alarmante es que en los últimos 50 años el consumo de azúcar por persona se ha triplicado. El aumento a ayudado a crear una pandemia de obesidad mundial que contribuye a 35 millones de muertes anualmente en todo el mundo de enfermedades no infecciosas incluyendo diabetes, enfermedades cardiacas y cáncer.
A pesar de que la industria alimentaria intenta hacer entender que una caloría es una caloría especialistas investigadores sugieren que hay algo diferente sobre el azúcar. Existen calorías buenas y malas, así como hay grasas, aminoácidos y carbohidratos buenos y malos, sin embargo el azúcar es tóxico más allá de las calorías que representa.
En el informe presentado se hace hincapié en los efectos metabólicos del azúcar. El exceso de azúcar puede alterar el metabolismo, aumentar la presión arterial, bloquear las señales hormonales y dañar el hígado.
Los resultados son muy similares a los que una persona presenta cuando bebe demasiado alcohol. Lo cual tiene sentido, ya que después de todo, el alcohol es simplemente la destilación del azúcar.
Además los especialistas han investigado el efecto del azúcar en el cerebro y cómo las calorías liquidas son interpretadas por el cuerpo de diferente forma que las calorías que se consumen de forma solida. La investigación sugiere que el azúcar activa los mismos circuitos de recompensa en el cerebro al igual que el abuso de drogas tradicionales como la morfina o la heroína.
Esto no quiere decir que el azúcar tenga un efecto muy potente, sin embargo confirma el hecho de que las personas tienen síntomas de abstinencia cuando dejan de consimir azúcar, tal cual pasaría con el consumo de drogas.
Además un hecho particularmente alarmante sobre las bebidas azucaradas, es que cuando las calorías provienen de líquidos, el cuerpo no se siente satisfecho, por lo que la gente esta tomando cada vez más bebidas azucaradas.
Fuente: http://tusaludpuravida.blogspot.com/2012/10/el-azucar-asesino-silencioso.html