Hola, ¿qué tal estáis? Espero que disfrutando mucho del domingo.
Aprovechando que llevamos varios días que la lluvia nos ha dado una tregua, tenemos que animarnos a salir a la calle a pasear para que el sol bañe nuestra piel, nos subirá el ánimo y cogeremos un poco de colorcito. El buen tiempo también hace que el cuerpo nos pida comida fresca y por eso he hecho este delicioso batido de frutas:
A mí me gustan los sabores ácidos, pero quiero que sepáis que cuando hago una receta pido opiniones al catador de la casa, que es mi novio, y a él le gustan las cosas dulces, así tenéis opiniones para todos los gustos, más abajo os daré sus conclusiones de este batido.
Empezamos con los ingredientes:
Como veis son muy sanos y naturales: 2 fresones, 1 naranja, el zumo de medio limón, un kiwi pequeño, una zanahoria y una cucharada de miel.
La preparación es muy sencilla: cortamos los ingredientes en trozos, y los pasamos todos por la picadora o, si no tenéis, por la batidora. Siempre podemos ponerle hielo o más zumo si queremos que nos quede más liquido.
Una vez que está batido ponemos una cucharada de semillas de chía y lo pasamos al vaso donde lo vamos a tomar (este último ingrediente es opcional, pero es muy bueno para la salud y aporta consistencia al batido). Si os interesa haré un post hablándoos de ella.
Una vez añadida la chía podemos dejar reposar unos minutos para empezar a disfrutar del sabor.
Ya os comenté que a mi me gusta la fruta ácida y este batido así me encanta, si a vosotros os gusta más dulce podéis añadirle azúcar o edulcorante y os va a encantar. La conclusión del otro catador oficial del blog es que él le echaría azúcar, pero también os digo que él le echaría azúcar a cualquier cosa, jajajaja, eso es en función del gusto de cada uno.
Cómo veis es muy sencillo y sano y el sabor os prometo que es buenísimo.
Yo suelo poner miel para endulzar casi todo (pasteles, café, batidos) es un ingrediente principal para mí, por eso os quiero comentar un poco de sus propiedades, os adelanto que yo la tomo casera y sin calentar al baño María, porque así es más pura y conserva todas sus propiedades, si podéis comprarla casera mejor, yo tengo la suerte que en casa de mis suegros la hacen.
Miel:
Como os expliqué es una excelente alternativa al azúcar, porque tiene propiedades medicinales: es digestiva, expectorante, laxante...
Además de su dulce sabor nos aporta fructosa, glucosa, vitaminas y enzimas por lo que posee múltiples propiedades:
Facilita la digestión de los hidratos de carbono.
Tiene propiedades calmantes y cicatrizantes, muy buenas para la mucosa intestinal (en caso de inflamación).
Posee un suave efecto expectorante y ayuda a eliminar la tos.
Las elaboradas de forma artesanal contribuyen a combatir el estreñimiento.
Las abejas recogen el néctar floral con el que elaboramos la miel. Según la flor de procedencia posee diferentes características:
De romero: es una excelente aliada contra el estrés y la debilidad.
De azahar: de sabor similar a la naranja, posee un ligero efecto sedante.
De eucalipto: buena para las dolencias respiratorias y la tos.
De espliego: de efecto antiséptico ayuda en bronquitis, resfriados y tos nerviosa.
De brezo: protege las vías urinarias y ayuda a superar la anemia.
De tomillo: también antiséptica y digestiva.
Nota: los bebés menores de 18 meses no deben tomarla (por lo general), porque su estómago todavía no está protegido de las esporas del Clostridium Botulinum, éstas pueden sobrevivir en la miel y no suelen ser destruidas por el estómago de los bebés por lo que les pueden causar botulismo.
Hasta aquí una breve explicación de porqué deberíamos tomar miel a diario, espero que os sirva de ayuda y que os animéis a incluirla en vuestra dieta, muchas gracias por leerme, besos.
Fuente: http://teregp81.blogspot.com.es/