Los más gourmets –ofoodies, como está de moda llamarlos ahora– suelen decir aquello de que la gastronomía es un placer para disfrutar con todos los sentidos.
Vale, estamos de acuerdo con que hay que mirar, oler, paladear y degustar, pero… ¿escuchar?
¿Qué aporta el sonido de nuestra propia masticación a la vivencia culinaria?
Pues parece ser que, por lo menos, influye en la cantidad de comida que ingerimos, según apunta un estudio realizado por investigadores de las universidades de Brigham Young y Colorado State, en Estados Unidos.
Hablamos de lo que estos expertos llaman el “efecto crunch”: si tienes la televisión puesta o llevas cascos, te meterás más comida en la boca que si estás atento a la “banda sonora” de tu deglución. “Durante la mayor parte del tiempo, tanto consumidores como investigadores han subestimado la importancia del sonido en la experiencia de comer”, ha explicado Gina Mohr, profesora de marketing en la Universidad del Estado de Colorado y coautora de este revelador trabajo.
Después de realizar tres ensayos diferentes, los expertos norteamericanos comprobaron que incluso si los voluntarios comían acompañados de sonidos de masticación procedentes de anuncios se reducía significativamente la dosis de alimento que ingerían.
Y no es una reducción baladí: en uno de los experimentos, el grupo de comensales expuesto a un ruido fuerte, dio cuenta de 4 pretzels (esos adictivos bollos con forma de lazo que hacen furor en Estados Unidos) como media, mientras que los voluntarios puestos a prueba en una sala silenciosa solo acabaron dos.
Los investigadores comparan el “efecto crunch” con el mindfulness o atención plena, técnica de meditación que consiste en concentrarse completamente en el momento presente. Así que, si no quieres comer de más, pon los cinco sentidos en ello.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/salud/articulo/por-que-es-importante-escuchar-lo-que-comes-241458127740
Pues parece ser que, por lo menos, influye en la cantidad de comida que ingerimos, según apunta un estudio realizado por investigadores de las universidades de Brigham Young y Colorado State, en Estados Unidos.
Hablamos de lo que estos expertos llaman el “efecto crunch”: si tienes la televisión puesta o llevas cascos, te meterás más comida en la boca que si estás atento a la “banda sonora” de tu deglución. “Durante la mayor parte del tiempo, tanto consumidores como investigadores han subestimado la importancia del sonido en la experiencia de comer”, ha explicado Gina Mohr, profesora de marketing en la Universidad del Estado de Colorado y coautora de este revelador trabajo.
Después de realizar tres ensayos diferentes, los expertos norteamericanos comprobaron que incluso si los voluntarios comían acompañados de sonidos de masticación procedentes de anuncios se reducía significativamente la dosis de alimento que ingerían.
Y no es una reducción baladí: en uno de los experimentos, el grupo de comensales expuesto a un ruido fuerte, dio cuenta de 4 pretzels (esos adictivos bollos con forma de lazo que hacen furor en Estados Unidos) como media, mientras que los voluntarios puestos a prueba en una sala silenciosa solo acabaron dos.
Los investigadores comparan el “efecto crunch” con el mindfulness o atención plena, técnica de meditación que consiste en concentrarse completamente en el momento presente. Así que, si no quieres comer de más, pon los cinco sentidos en ello.
Fuente: http://www.muyinteresante.es/salud/articulo/por-que-es-importante-escuchar-lo-que-comes-241458127740