Los problemas digestivos más habituales asociados a la ingesta de fruta son los derivados de la fermentación de ésta: formación de gases, digestiones pesadas, acidez de estómago, mal aliento, sensación de boca pastosa, hinchazón…
La digestión de los hidratos de carbono se inicia en la boca, donde las glándulas salivares secretan una enzima llamada α-amilasa, que “rompe” las moléculas de almidón. La actividad de esta enzima tiene lugar a un pH 7.
Así, si mezclamos alimentos ricos en almidón (como pan o cereales ) con frutas ácidas, los alimentos llegarán al estómago sin haberse predigerido, por lo que pasarán al intestino demasiado “enteros” y como resultado se producen esos síntomas de los que hablábamos antes
CONSEJOS:
Es mejor comer la fruta antes de las comidas o en tentempiés para evitar así posibles dificultades digestivas consecuencia de la fermentación de los azúcares
CONSEJOS:
Es mejor comer la fruta antes de las comidas o en tentempiés para evitar así posibles dificultades digestivas consecuencia de la fermentación de los azúcares
Come la fruta sola, porque debido a los ácidos y azúcares que contienen, no combinan bien con almidones ni proteínas.
En caso de mezclar distintas frutas, utiliza como mucho tres frutas diferentes y ten en cuenta que debes mezclar:
ácidas con ácidas (naranja, limón, pomelo, kiwi, piña)
dulces con dulces (albaricoque, plátano, uvas, higos,…)
semi-ácidas con semiácidas(fresa, manzana, pera) podéis mezclarlas bien con las ácidas o bien con las dulces
Come la fruta madura para facilitar las digestiones. La fruta madura es dulce por naturaleza, así que no es necesario añadirle azúcar.
En caso de que no toleres la fruta cruda puedes tomar compotas, sin azúcar (si quieres darle un toque de sabor puedes añadirle un poco de vainilla o canela). La cocción de los alimentos los hace más fáciles de digerir.
Recuerda tomar la ración diaria de frutas y verduras. ^_^
Fuente: http://www.naradiet.es/2014/02/como-comer-la-fruta.html