Grasa abdominal. Pocas cosas son más antiestéticas, molestas y a la vez…
Peligrosas.
Todas sabemos que, a medida que pasan los años, se va acumulando esa grasa en la tripa, que tanto nos molesta cuando nos ponemos los vaqueros o la ropa un poco más ajustada. No obstante, el verdadero problema no está en nuestra imagen, sino en nuestra salud.
Debes saber que en los últimos años el número de mujeres que padecen problemas cardíacos o diabetes tipo 2 está aumentando. Nuestroshábitos de vida y de alimentación favorecen cada vez más esa grasa abdominal que, a largo plazo, ocasiona problemas muy graves que debemos tener en cuenta.
Hoy en nuestro espacio queremos hablarte de ello y de cómo establecer pautas diarias para combatir la grasa abdominal.
Los peligros de la grasa abdominal
Según los nutricionistas, el aumento de la grasa abdominal en la mujer suele llegar a partir de los 40 años. Es ese instante en que nuestro cuerpo empieza a experimentar ligeros cambios como, por ejemplo, un metabolismo más lento con el cual nos cuesta más quemar grasas.
Producimos menos estrógenos y poco a poco, con los años, van llegando esos cambios que casi siempre se traducen en un aumento de peso. No obstante, lo más peligroso de todo son esos kilos de más en el abdomen, en esa zona de nuestro vientre donde, además de percibir la grasa bajo nuestra piel, debemos tener en cuenta que también hay “grasa visceral” alrededor de nuestros órganos internos.
Y ello es un riesgo para nuestra salud. ¿Quieres saber qué peligros puede ocasionar a largo plazo?
Según los nutricionistas, el aumento de la grasa abdominal en la mujer suele llegar a partir de los 40 años. Es ese instante en que nuestro cuerpo empieza a experimentar ligeros cambios como, por ejemplo, un metabolismo más lento con el cual nos cuesta más quemar grasas.
Producimos menos estrógenos y poco a poco, con los años, van llegando esos cambios que casi siempre se traducen en un aumento de peso. No obstante, lo más peligroso de todo son esos kilos de más en el abdomen, en esa zona de nuestro vientre donde, además de percibir la grasa bajo nuestra piel, debemos tener en cuenta que también hay “grasa visceral” alrededor de nuestros órganos internos.
Y ello es un riesgo para nuestra salud. ¿Quieres saber qué peligros puede ocasionar a largo plazo?
Enfermedades cardíacas.
Hipertensión.
Diabetes tipo 2.
Debes saber también que la acumulación de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica hace que nos cueste más respirar, que aparezca el clásico ahogo. Nos cansamos más y nuestros pulmones sufren. La dificultad para respirar deriva habitualmente en apnea del sueño.
Vale la pena tener en cuenta también que esa grasa abdominal provoca, además, que corramos un riesgo mayor a la hora de padecer determinadas enfermedades más serias como cáncer de mama o de útero. En nuestro caso, esa grasa alrededor de nuestros órganos internos también puede provocar que suframos alteraciones en la menstruación. Es un tema bastante serio.
¿Cómo saber si tengo “demasiada grasa abdominal”?
Puede que te parezca una pregunta algo irónica, puesto que nadie más que nosotras mismas sabemos en qué momento empezamos a tener demasiada barriga, instantes en que somos conscientes de que nuestro cuerpo ha cambiado y que no solo la ropa nos viene más ajustada, sino que nos notamos más cansadas. Diferentes.
No obstante, los médicos nos avisan de un dato importante: debemos conocer las medidas de nuestra grasa abdominal, y esta nunca se puede exceder de los parámetros considerados peligrosos. Toma nota de ellos:
En el caso de las mujeres, no debemos sobrepasar los 89 centímetros de cintura.
En el caso de las mujeres, no debemos sobrepasar los 89 centímetros de cintura.
En el caso de los hombres, se suele establecer en 102 centímetros.
¿Cómo puedo reducir la grasa abdominal?
Lo sabemos, llega un momento en que, por muchos esfuerzos que hagamos, esos kilos de más de nuestra cintura no se reducen. Son momentos en que nos desesperamos y empezamos a pensar si tal vez es algo ya inevitable, si debemos asumir que hemos de quedarnos para siempre con ese volumen de cintura.
No lo hagas, no te rindas y aún menos te desanimes. Si ves que no puedes lograrlo, pide ayuda a tu médico o a un nutricionista. No obstante, existen pautas muy prácticas que te pueden servir de ayuda en el día a día.
¡Conócelas y aplícalas con ánimo y optimismo!
Deja la sal, no la incluyas ya en tus comidas.
Consume dos litros de agua al día.
Consume granos enteros, cereales como el trigo sarraceno y la avena. Deja a un lado la harina blanca y sustitúyela por la integral. El pan que consumas también deberá ser integral y de grano entero. ¡El de cebada es muy saludable!
Restringe el azúcar y olvídate de la bollería industrial y las comidas preparadas o congeladas. Para ello, deberás dedicarle más tiempo a la cocina y prepararte platos variados y frescos: ensaladas, verduras al vapor, algo de salmón y pescados azules. Sustituye las carnes rojas por las magras, las de pavo o pollo.
Toma cada mañana en ayunas un vaso de agua tibia con limón.
Después de tus almuerzos y cenas, tómate una infusión de salvia. Es la mejor planta para ayudarnos a digerir y eliminar grasas en la zona del abdomen, así que no dudes en ser constante y tomarla durante 15 días seguidos al mes, dos veces al día. Después, descansas diez y vuelves a empezar.
Anda todos los días media hora a paso rápido, sin llegar a cansarte, pero siendo constante. Y recuerda, ¡todos los días!
Deja a un lado la leche de vaca. El mejor lácteo que puedes tomar es el yogur griego sin azúcar, que te aportará bacterias saludables para cuidar de tu digestión y fortalecer tu flora bacteriana.
Come “poco” 5 veces al día, y también es importante que no te saltes ninguna comida. Si eres de las que no desayuna o no cena por no engordar, debes saber que sucederá todo lo contrario. Tu metabolismo se vuelve más lento y acumulas reservas, es decir, grasas. ¡No vale la pena!
Pon en práctica estos sencillos consejos y combate la grasa abdominal. ¡Por tu salud!
Fuente: http://mejorconsalud.com/peligros-de-grasa-abdominal-en-mujer/