jueves, 10 de marzo de 2016

7 tipos de alimentos que crees que necesitas, pero la verdad es que no


Mucha de la comida que consumimos pasa por violentos procesos industriales que le quitan el potencial nutricional que nuestra cultura ha aprendido a asociar con ellos.

Si tan sólo 1/4 de la población mundial dejara de consumir estos alimentos, la obesidad y presencia de otras enfermedades caería en 50%. Su valor nutricional es nulo si no tóxico, además de que su consumo produce precursores para enfermedades autoinmunes.

1. Trigo

La medicina tradicional suele evitar hablar de los nocivos efectos del trigo en el sistema: puede producir enfermedades cardiacas, cataratas, diabetes, artritis y acumulación de grasa. Su función histórica para la primera revolución económica ocurrida 8 siglos antes de nuestra era con la aparición de las sociedades agrícolas. Sin embargo, el agrocultivo moderno ha deteriorado la calidad del grano a tal punto que el consumi de trigo conlleva más peligros que ventajas debido a su alto contenido de insecticidas.

2. Soya

La percepción generalizada de la soya como un alimento nutritivo e incluso dietético no pasa por la consideración de que al menos 95% de la soya que encontramos en estado puro, en bebidas y sustitutos de carne para vegetarianos ha sido genéticamente modificado, además de tener uno de los índices más altos de pesticidas en cualquier comida disponible de la actualidad.

La soya hace que el estrógeno en los hombres aumente de 6 a 8 veces más allá de lo normal. Su consumo puede bloquear la absorción de minerales como el calcio, magnesio, cobre, hierro y zinc. Al igual que con el trigo y otros cereales, las empresas productoras de soya gastan millones de dólares en producir una imagen atractiva al consumo de estos productos; pero el fin es económico, no de salud.

3. Maíz

El segundo cereal con mayor modificación genética es el maíz. El peligro actual del maíz es que la hibridación de las cepas modificadas afecte a los cultivos naturales, en una cadena entrópica devastadora. Los productos de maíz también son peligrosos para la salud, no solamente en forma de masa sino en jarabe de maíz, el cual se realiza primordialmente de maíz modificado genéticamente, con el riesgo de provocar resistencia a la insulina, diabetes, hipertensión arterial y aumento de peso.

4. Comida procesada

Debido a sus altos niveles de sodio, la comida procesada estuvo involucrada en 2.3 millones de muertos por ataques al corazón, infartos y otros problemas cardiacos alrededor del mundo en el 2010. En este rubro se enmarca la comida rápida, de microondas o chatarra, las cuales pueden provocar esclerosis múltiple, alopecia (calvicie) y asma.

Toda comida empacada que contenga conservadores como sal, azúcar, lecitina de soya, gelatina, benzoato de sodio, sorbato de potasio, polisorbato 80, goma de xanta, aspartame, nitratos de sodio o similares deben ser evitados, lo que equivale en la práctica a evitar cualquier alimento enlatado o empacado.

5. Harinas refinadas


La mayoría de las harinas se derivan de cereales de grano entero, las cuales pasan por un proceso de refinado para hacer pan. Los procesos actuales de molido ponen las semillas a una temperatura tan alta que remueven hasta el 90% del contenido nutricional de la fibra, dejando solamente la cáscara. Además de esto, las harinas están hechas con los cereales descritos anteriormente, que provienen a su vez de cultivos modificados genéticamente (otra delicadeza de Monsanto.)

La mayoría de la gente que deja de consumir harinas refinadas (sea en forma de pan, galletas o pasta) experimenta reducción de diversos dolores en el tracto digestivo así como inflamación en menos de 30 días.

6. Carne procesada

Más del 70% de la carne que se consume en EU, Canadá y muchos otros países está tratada con monóxido de carbono como conservador, un gas sumamente venenoso. Además de la conservación está el asunto de las hormonas y vacunas utilizadas en la industria ganadera. Los antibióticos administrados al ganado para prevenir y curar enfermedades comunes han resultado tan violentos que parte de esa dieta médica está terminando en nuestros platos día tras día.

La ingesta de carne procesada puede aumentar en un 40% el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Virtualmente cualquier tipo de carne de res o pollo que esté disponible en el supermercado, a menos que se trate de orgánicos, ha pasado por un proceso de administración de hormonas, vacunas y alimentación con cultivos llenos de pesticidas.

7. Lácteos convencionales


En teoría, los mamíferos no deberían consumir otro lácteo que la leche materna, y eso solamente durante los primeros meses del crecimiento. Los entusiastas de la leche bronca (leche sin pasteurizar) la han defendido durante años: la pasteurización destruye encimas, disminuye el contenido vitamínico, destruye las vitaminas C, B12 y B16, mata todas las bacterias benéficas, produce cólicos, problemas de crecimiento, osteoporosis, artritis, enfermedades cardiacas y cáncer.

La leche bronca, de hecho, parece prevenir muchas de estas enfermedades. Sin embargo la política y la economía tienen que ver más con nuestro hábito de consumo de leche que la nutrición. EU, por ejemplo, es uno de los mayores productores de leche, pero uno de los países que menos la consume. Con el descenso del consumo, la industria lechera trata por todas las vias de eliminar a los productores de leche bronca, que les disputan un mercado cada vez menor.

La leche bronca producida en granjas orgánicas es más saludable debido a la alimentación y condiciones de vida de las vacas. Por añadidura es recomendable eliminar de la dieta los yogurts, el helado, queso y cualquier producto derivado de la leche, aún estando fermentados, si provienen de leche pasteurizada. Si consumes alguno de ellos, trata al menos de eliminar los demás.

Fuente: http://www.todocurioso.net/2013/04/7-tipos-de-alimentos-que-crees-que.html