lunes, 30 de noviembre de 2015

¡Mamá, tengo tos! Síntomas y consejos para actuar rápido


Todas las madres han escuchado alguna vez a sus hijos esta frase. La tos es un síntoma de diferentes enfermedades y si no se adoptan medidas a tiempo puede acarrear complicaciones. Te mostramos cómo reconocerla e identificar sus posibles causas.

Los enfriamientos, los catarros y demás afecciones relacionadas con las vías respiratorias suelen manifestarse con tos. Hay diferentes tipos y te ayudamos a identificarla y a conocer sus causas.

Tos seca, tos productiva, tos con pitos, tos nocturna o diurna…. En una persona sana, la tos se puede considerar como un mecanismo de higiene que trata de mantener limpios los bronquios y la tráquea. Se trata de una maniobra respiratoria brusca y explosiva que quiere eliminar el material presente en las vías respiratorias.

Tipos de tos

Irritativa: Es una tos seca, crónica y que se da tanto de día como de noche. Suele tener ruidos en las vías altas y se produce normalmente en invierno acompañada por goteo nasal. Sus causas habituales son el resfriado común y la inflamación de diferentes partes del aparato respiratorio, como la sinusitis, la faringitis, la traqueítis o la adenoiditis.

Pertusoide: Consiste en accesos delimitados de tos seca irritativa y exacerbada, con entre cinco y diez toses enérgicas seguidas de inspiración brusca y sonora. Se produce cuando entra un cuerpo extraño y el organismo intenta expulsarlo. Sin embargo, también puede ser causada por la tosferina, una infección bacteriana contra la que se vacuna a los bebés a los dos meses. Se identifica por tratarse de violentos ataques de tos cada pocos minutos, que dejan sin al niño sin aliento, aunque entre una crisis y otra el niño se encuentra bien.

Perruna: Se trata de una tos parecida a los ladridos de los perros, puede comenzar repentinamente en medio de la noche y se acompaña de una respiración ruidosa y áspera que tiene lugar durante la inspiración. Se debe a la inflamación de la laringe y de la tráquea y normalmente es causado por una infección vírica. Además, también puede ser causada por alergias o cambios de temperatura por la noche.

Seca: La tos seca puede estar inducida por el ejercicio, el aire fresco o los ambientes contaminados, irrita la garganta y no tiene mucosidad. Sin embargo, la tos causada por elasma o la hiperreactividad bronquial es también seca y persistente. Por eso es importante escuchar este tipo de tos, ya que si viene acompañada pitos o silbidos el niño estará sufriendo dificultades para respirar debido a la inflamación de las vías bajas respiratorias (bronquios) y hay que consultar al médico para que prescriba los broncodilatadores (aerosoles) en caso de ser necesarios. Normalmente se procura eliminar la tos ya que su presencia provoca que se irriten más los bronquios aumentando su inflamación lo que provoca más tos, entrando así en un círculo vicioso.

Productiva: Tos acompañada por expectoración. También conocida como 'tos blanda' se caracteriza por una abundante producción de mucosidad. Esta tos es densa y suele empeorar por la noche. Aunque la nariz no tenga mocos, éstos están ahí, bien en la garganta o en los bronquios del niño, por eso es importante permanecer atentos y acudir al médico para que indique el tratamiento adecuado en cada caso. Normalmente suele ser un mucolítico que ayude a la fluidificación del moco y favorezca su expulsión. En estos casos no está recomendado interrumpir la tos ya que ésta hace su función de higiene y expectoración.

Nerviosa: Seca o irritativa, tiene su origen en situaciones de estrés y es más habitual en los adultos que en los niños.

Consejos generales contra la tos

Aunque como hemos visto, los diferentes tipos de tos vienen provocados por otras tantas causas distintas que requieren de tratamientos concretos, sí hay unos consejos básicos que pueden aplicarse en casi todos los casos para, al menos, mitigar en parte la tos.

Beber mucha agua: además de suavizar y relajar la garganta, en caso de tos productiva, el agua favorece que la mucosidad esté más fluida y se expulse mejor.

Inhalaciones de vapor: producen alivio en muchos tipos de tos y no tienen ningún efecto contraproducente. Dilata las vías respiratorias mejorando la entrada de aire.

Mantener el ambiente húmedo: Se puede utilizar humidificadores o colocar recipientes con agua sobre los radiadores para que el ambiente no esté seco.
Aplicar compresas caliente en la parte alta del tórax, junto a la base del cuello para conseguir un efecto sedante de la tos.

Golpeteo de la espalda en la parte lateral del tórax para facilitar la movilización de las secreciones bronquiales.

Dormir con el tronco ligeramente elevado ayuda a relajar la tos y favorece la expectoración en caso de existir. Para ello, en lugar de colocar cojines bajo el cuello del niño, que puede provocar problemas de columna, es mejor elevar la parte superior del colchón.

En los casos de tos perruna, una breve exposición al aire frío exterior ayuda a aliviar la tos. Viste bien a tu hijo y realiza un breve paseo por la calle de entre diez o 15 minutos.

Fuente: http://www.mujerhoy.com/salud/guia-enfermedades/madre-sintomas-catarro-resfriado-tos-hijo-consejos-751289112013.html