Puesto que el lupus es una enfermedad crónica debemos aprender a convivir con sus síntomas. Tendremos épocas de brotes más agresivos, que podremos tratar con antiinflamatorios, corticoides e inmunosupresores, y otras de remisión.
El paciente tipo es una mujer (EL 90% de los afectados son mujeres) en edad fértil (suele aparecer entre los 15 y 45 años).
Como en todas las enfermedades autoinmunes, la causa es desconocida, aunque se coincide en que existen varios factores predisponentes (genéticos y ambientales) y que suele haber un desencadenante que puede ser una infección, un trauma físico o emocional, embarazo, cambios hormonales en la pubertad, etc.
Síntomas del LES
El lupus puede afectar a cualquier parte del organismo individualmente o formando un cuadro multisistémico que afecta a diversos órganos o tejidos. El curso de la enfermedad es muy variable y se alternan periodos de crisis con épocas de remisión.
Suele debutar con síntomas generales como malestar, cansancio, fiebre, adelgazamiento y dolores musculares y articulares. Éstas últimas, junto con la artritis de las articulaciones de las manos y muñecas aparecen en el 90% de los pacientes.
Las manifestaciones dermatológicas son las que les siguen en frecuencia, concretamente el clásico eritema malar que es una erupción que afecta a mejillas y puente de la nariz y que se conoce como eritema en alas de mariposa. Los afectados también suelen sufrir caída de cabello y fotosensibilidad, esto es intolerancia a los rayos ultravioleta del sol, por lo que deberán protegerse con cremas con alto factor de protección.
Estos son los síntomas más habituales, pero como hemos dicho, el lupus puede afectar a cualquier órgano y sistema y podremos encontrar manifestaciones cardiacas (pericarditis), pulmonares (pleuritis), renales (nefritis), digestivas (dolor abdominal, náuseas), etc. Las personas que sufren lupus también tienen más tendencia a sufrir infecciones.
Diagnóstico y tratamiento
La sospecha diagnóstica se establece en base a los síntomas que refiere el paciente y el médico necesita constatar al menos 4 de los 11 criterios diagnósticos que se han establecido internacionalmente.
Entre los datos analíticos, más del 99% de los pacientes presentan anticuerpos antinucleares (ANA), por tanto si estos no son positivos, se excluye la enfermedad casi totalmente, pero su presencia no indica que exista lupus obligatoriamente, pues hay otras enfermedades que también se manifiestan con este hallazgo analítico.
Como en todas las enfermedades autoinmunes, el lupus no tiene cura, el tratamiento está encaminado a controlar los síntomas y a tratar las crisis. Los fármacos más utilizados son los antiinflamatorios, corticoides e inmunosupresores.
A pesar de lo que se cree muchas veces, las personas con lupus pueden llevar una vida normal con un tratamiento adecuado que deben complementar con una alimentación sana y equilibrada, en que solo se deberá restringir la sal si hay afectación renal o hipertensión, controlar la exposición solar y encontrar momentos de descanso en la actividad diaria para evitar la fatiga.
Fuente: http://mejorconsalud.com/sintomas-del-lupus-base-de-su-diagnostico-y-tratamiento/?utm_medium=post&utm_source=website&utm_campaign=recommend