Sin embargo, preocuparse por las cosas que comemos es solo una parte de la ecuación para conservar una buena salud, tenemos que considerar también nuestra salud mental y espiritual.
Las culturas ancestrales tenían plena consciencia de que existe una conexión profunda entre nuestro cuerpo y nuestra mente. No son dos sistemas aislados como pretendió antiguamente la medicina tradicional, visión que por cierto está cambiando rápidamente. Nuestras emociones y pensamientos tienen un impacto directo sobre el comportamiento de cada célula de nuestro cuerpo.
Las culturas ancestrales tenían plena consciencia de que existe una conexión profunda entre nuestro cuerpo y nuestra mente. No son dos sistemas aislados como pretendió antiguamente la medicina tradicional, visión que por cierto está cambiando rápidamente. Nuestras emociones y pensamientos tienen un impacto directo sobre el comportamiento de cada célula de nuestro cuerpo.
Dra. Lissa Rankin
Recientemente la doctora estadounidense Lissa Rankin, publicó un libro titulado Mind Over Medicine: Scientific Proof That You Can Heal Yourself.En el señala que la influencia de la mente en el proceso de sanación está subestimado y es mucho más poderoso de lo que pensamos.
Como parte de su argumentación, expone numerosos ejemplos de personas con enfermedades graves que lograron superar sus problemas al cambiar su perspectiva en relación a la enfermedad. Casos de pacientes que bebían una solución salina creyendo que era la quimioterapia, fueron testigos de cómo perdían el cabello a pesar de no estar sometiéndose a ningún tratamiento “real”.
Otro caso muy sorprendente, es el de una paciente psiquiátrica con doble personalidad. Una personalidad tenía diabetes. Cuando se medían sus marcadores biométricos, todo en su cuerpo indicaba una persona diabética, con niveles elevados de glucosa en la sangre.
Sin embargo, cuando tomaba el control su personalidad sin diabetes, asombrosamente la enfermedaddesaparecía, mostrando en los exámenes indicadores normales en relación a la glucosa y otros síntomas típicos de la diabetes.
De hecho, ella misma reconoce haber sido una escéptica total sobre el poder que ejerce nuestra mente en la cura de enfermedades, hasta que se planteó seriamente la posibilidad de que si al negar la posibilidad de una conexión entre la mente y el cuerpo, no estamos saboteando nuestras propias posibilidades de curación.
En la investigación de la doctora Lissa Rankin, se demuestra que incluso teniendo una alimentación “no tan sana”, la clave para una buena salud no es simplemente alimentarse mejor, sino que cultivar un estilo de vida que nos hiciera feliz, con relaciones interpersonales satisfactorias, que nos entregaran un sentido de pertenencia y apoyo mutuo.
Cuando nos encontramos estresados, o sentimos soledad, la mente envía señales al cuerpo, que a su vez desencadenan una serie de reacciones fisiológicas, como por ejemplo, elevar el ritmo cardíaco, debilitar el sistema inmunológico, aumento de presión arterial, producción de adrenalina, etc. En este sentido el cuerpo funciona como un espejo de nuestra mente.
Para realizar su trabajo, experimentó probando la influencia de la intención consciente sobre el agua, el elemento según él, más receptivo y abundante del planeta. Los resultados fueron sorprendentes. Cristales de agua congelada reaccionaban creando distintas figuras en la medida que eran influenciadas por el pensamiento o una simple intención.
De hecho, ella misma reconoce haber sido una escéptica total sobre el poder que ejerce nuestra mente en la cura de enfermedades, hasta que se planteó seriamente la posibilidad de que si al negar la posibilidad de una conexión entre la mente y el cuerpo, no estamos saboteando nuestras propias posibilidades de curación.
En la investigación de la doctora Lissa Rankin, se demuestra que incluso teniendo una alimentación “no tan sana”, la clave para una buena salud no es simplemente alimentarse mejor, sino que cultivar un estilo de vida que nos hiciera feliz, con relaciones interpersonales satisfactorias, que nos entregaran un sentido de pertenencia y apoyo mutuo.
Cuando nos encontramos estresados, o sentimos soledad, la mente envía señales al cuerpo, que a su vez desencadenan una serie de reacciones fisiológicas, como por ejemplo, elevar el ritmo cardíaco, debilitar el sistema inmunológico, aumento de presión arterial, producción de adrenalina, etc. En este sentido el cuerpo funciona como un espejo de nuestra mente.
Otro autor sigue una línea de investigación muy similar. Se trata deMasaru Emoto quien publicó un libro llamado “Los mensajes ocultos del agua”. Emoto postula que todo en el Universo es vibración, incluyendo nuestros pensamientos. Esto nos permitiría entonces, por medio de nuestra mente, influir en la materia.
Para realizar su trabajo, experimentó probando la influencia de la intención consciente sobre el agua, el elemento según él, más receptivo y abundante del planeta. Los resultados fueron sorprendentes. Cristales de agua congelada reaccionaban creando distintas figuras en la medida que eran influenciadas por el pensamiento o una simple intención.
Restableciendo el poder sanador de nuestra propia mente.
¿Quiere decir todo esto que puedo curarme de cualquier enfermedad sólo deseándolo o usando el poder de mi mente?
No es tan sencillo. En realidad existe una serie de factores que combinados, producen creencias tan potentes que lo que parece imposible, se vuelve una realidad. Ningún investigador ha planteado que a raíz de la constatación de que existe una interrelación compleja entre nuestras creencias y la respuesta de nuestro organismo, eventualmente se puede sanar el cuerpo con la mente de una forma simple, y abandonando los métodos “tradicionales”.
No obstante, se ha encontrado que al focalizar nuestra intención positiva, y sobre todo, al entrar en un estado de consciencia superior, por ejemplo, al practicar la meditación, se activan mecanismos de sanación que mejoran nuestras enormemente nuestras probabilidades.
En lo personal recomiendo un curso que tomé hace un tiempo llamado “Conexión Cuerpo Mente”.
Es una adaptación del conocido Método Silva, donde, a través de técnicas avanzadas de meditación, aprendes a utilizar tu mente de manera enfocada y sacándole un potencial mayor.
Es un programa online, que traslada la experiencia que puedes tener en seminarios presenciales que se realizan en distintos países del mundo, a tu casa.
A modo de resumen se trata de cinco pasos fundamentales para activar el poder de curación que tiene tu mente, y son estos:
La necesidad de relajación y quietud.
Aprender a enfocar tu atención en una sola cosa (por ejemplo en tu respiración) y poder desarrollar el autocontrol mental y evitar distracciones.
Aprender la técnica de visualización o imaginación ya que las imágenes son el lenguaje preferido de la mente.
Incorporar intención en el proceso, definir una intención a la menta que deseas alcanzar y la expectativa de que así será.
Evocar fuertes emociones positivas durante el proceso de sanación.
Puedes aprender todo lo que enseña este método, y apuntarte a este curso en este enlace:
Curso Conexión Cuerpo-Mente
O registrarte para recibir un video gratuito con las técnicas básicas
¿Has experimentado alguna vez mejoras en tu salud a raíz de tus pensamientos positivos?
Fuente: http://verdealegria.com/se-puede-sanar-el-cuerpo-con-la-mente/