EPOC no es una enfermedad, pero es un término “paraguas” para las condiciones pulmonares crónicas, tales como la bronquitis y enfisema, en las que se obstruyen las vías respiratorias. Junto con el flujo reducido de aire, los pulmones pueden llenarse con flemas, matando a los diminutos sacos alveolares, donde el oxígeno y dióxido se encuentran con el carbono de nuestra sangre, de tal forma que inducen a la pérdida de la función pulmonar.
Similares a los del asma, los síntomas de la EPOC incluyen tos crónica, sibilancias, dificultad para respirar y genera flema. La acumulación de diversas sustancias estrecha las vías respiratorias dificultando la respiración y degradando la función pulmonar, lo que eventualmente inducen a la muerte.
La bronquiectasia es una condición en la que las vías respiratorias con aire se distienden dilatan y se vuelven incapaces de contraerse debido a la destrucción de los músculos y de las paredes de los tubos bronquiales. Esto causa dificultad para descargar la flema que se acumula en los bronquios lo que a menudo conduce a la infección.
Los síntomas incluyen tos, generación de flema purulenta que tiene un olor fétido, vómitos de sangre, fatiga, reducción de peso corporal, debilidad, fiebre y apatía.
La fibrosis pulmonar es una condición en la que el tejido profundo de los pulmones se va cicatrizando. Esto hace que el tejido se vuelva grueso y duro, lo que a los enfermos les dificulta recobrar el aliento. Otros síntomas incluyen una tos seca que no mejora, fatiga, pérdida de peso inexplicable, dolores musculares y articulares; y algo llamado clubbing, una condición en la que las puntas de los dedos de las manos o de los pies de una persona se hacen más anchos y más redondos.
Las enfermedades respiratorias crónicas pueden manifestarse alrededor de 20 años antes en quienes han padecido de tuberculosis
Las enfermedades respiratorias crónicas pueden manifestarse alrededor de 20 años antes en aquellos que han sufrido de tuberculosis o pleuresía tuberculosa (cuando la infección de la tuberculosis causa la inflamación de los tejidos que recubren a los pulmones y a la cavidad torácica). Puede causar problemas incluso si la infección fue tan leve que la persona no fue consciente de lo que tuvo. También se manifiesta en personas con episodios frecuentes de neumonía o con el hábito de fumar por largo tiempo.
Las personas que tienen antecedentes de sibilancias al respirar, y aquellos que con frecuencia se exponen a un ambiente con mucho polvo o sustancias químicas, deben tomar precauciones particulares para prevenir enfermedades respiratorias crónicas.
Tal y como se enfrentaría a un grave peligro si no puede darse cuenta de que los vientos crecientes son la señal de un huracán que se aproxima, así también se enfrentará a peligros si no se da cuenta de los síntomas de enfermedades respiratorias crónicas desde el principio y las considerar simplemente síntomas de un resfriado común.
Algunos síntomas son dificultades para respirar, sensación de fragilidad y varias complicaciones que causan empeoramiento de otras afecciones corporales. Además, estos síntomas pueden restringir el movimiento y falta de ejercicio y provocan confrecuencia depresión, trastornos de sueño, enfermedades cardiovasculares y osteoporosis.
Polvo y daño pulmonar
Si vive hasta los 70 años, habrá tomado aproximadamente 700 millones de respiraciones. Cada vez que respira, las partículas de polvo entran en los pulmones, y la cantidad total de polvo que respira en toda su vida es equivalente a un camión completo de polvo. Sin embargo, usted también exhala 700 millones de veces en su vida y descarga aproximadamente 99,999% de las sustancias extrañas que se inhalan, eso generalmente mantiene limpios a los pulmones.
Sin embargo, una pequeña cantidad de polvo que se queda en los pulmones y quienes han tenido tuberculosis o pleuresía tuberculosa, o que han fumado por más de 40 años, acabarán descargando solo el 99,99% de las sustancias extrañas que entraron a en sus pulmones.
Aunque esto es sólo una diferencia de 0,001%, la diferencia en la cantidad total de sustancias extrañas en los pulmones después de haber tomado respiraciones 700 millones de respiraciones a lo largo de la vida, es muy considerable. Por eso, a los 85 años se dañan los pulmones de casi todos. Esto es debido a la acumulación de sustancias extrañas perjudiciales que incrementalmente matarán a las células que recubren a los alvéolos (neumocitos).
Por eso, aquellos que han sufrido de tuberculosis pueden experimentar daños en los pulmones varias décadas anteriores de los que no la han sufrido.
Amígdalas sanas alejan enfermedades respiratorias
La medicina occidental se refiere al enfisema pulmonar (el debilitamiento de los sacos de aire en los pulmones), a las bronquiectasias y fibrosis pulmonar como “lesiones permanentes”, lo que significa que no es posible restaurar los pulmones a su estado original. Sin embargo, nuestro cuerpo tiene un arma que incluso estas condiciones no pueden dominar, las amígdalas.
Si las amígdalas están saludables y producen potentes linfocitos (un tipo de célula que inmuniza), esto fomenta a la capacidad del cuerpo para erradicar a los gérmenes dañinos y virus dañinos. Por otra parte, la capacidad del sistema inmune para distinguir entre antólogo (de uno mismo) y sustancias heterogéneas (compuesto de partes) se eleva, por lo que fácilmente puede protegerse de las condiciones mencionadas. La raíz de las condiciones respiratorias crónicas a menudo es el resfriado común.
Aunque las etapas de nacimiento, vejez, enfermedad y muerte en la vida son inevitables para todos nosotros, las condiciones del sistema respiratorio pueden controlarse hasta cierto punto con un cambio de sentido a una vida más saludable. La raíz de las enfermedades respiratorias crónicas a menudo es el resfriado común, con condiciones como rinitis y asma que se agravan en forma progresiva hasta que la enfermedad pulmonar severa se manifiesta. Por eso, puesto que la causa se encuentra en los pulmones, la solución también reside en ellos.
Mientras las personas envejecen, se deteriora el sistema inmunológico y los pulmones. Sin embargo, si se limpian cuidadosamente los pulmones, las amígdalas se tornan más saludables. Al mantener la salud de las amígdalas, los linfocitos sanos producidos por ellas pueden curar las lesiones y regenerar al músculo dañado y a los tubos bronquiales.
Normalmente, después de los primeros seis meses de comenzar el fortalecimiento de los pulmones, los vasos sanguíneos comenzarán a ser restaurados, y después de un año, ellos pueden estar completamente rehabilitados. Después de dos años de tratamiento continuo, no sólo habrán mejorado los síntomas, sino también la completa restauración de células alvéolos (neumocitos), y las enfermedades respiratorias se habrán curado.
Una vez, un profesor de informática me visitó para contarme que se había sido curado de su bronquiectasia tras 18 meses de tratamiento para limpiar sus pulmones. Dijo que le fue “decepcionante que un método de tratamiento excepcional como este no sea más ampliamente conocido”.
Seo Hyo-seok. (Cortesía del Dr. Seo)
5 signos y factores de riesgo de COPD
1. La tos que se agrava y es más frecuente en cambios de temperatura
2. Regularmente la tos con flema puede contener sangre
3. Se experimenta disminución de la respiración comparado con otros de su misma edad
4. Ser mayor de 40 años con un largo historial como fumador, o en el pasado haber tenido tuberculosis
5. Produciendo un sonido de silbido al respirar
Él se ofreció para ayudar a crear un banco de datos de los casos de tratamiento en los próximos 10 años, entrevistando personalmente a 100 pacientes con bronquiectasias tratados con hierbas medicinales en hospitales de medicina Pyung kang Coreano.
Esta fue la primera vez que me hicieron una propuesta así, y verdaderamente me sorprendió, sobre todo porque vino de un reputado profesor de Ingeniería Informática.
De hecho, he curado a 12.000 pacientes con bronquiectasias, a 10.000 pacientes de enfisema pulmonar y a 10.000 pacientes de fibrosis pulmonar mediante la descarga de flema en los pulmones, la regeneración de pulmones perforados y restaurado la capacidad de recuperación y resistencia a pulmones endurecidos utilizando terapias de limpieza pulmonar.
EPOC y otras enfermedades respiratorias crónicas pueden curarse fácilmente, si se entiende la causa y mecanismo de las manifestaciones. De hecho, al curar EPOC, se eliminarán un sinnúmero de otras enfermedades, lo que nos permitirá a todos nosotros disfrutar de longevidad y buena salud.
Si usted tiene EPOC, no se desespere, porque tiene los medios para recuperarse. Su mayor arma se encuentra en la garganta, las amígdalas, rey del sistema linfático. Sólo cuando las amígdalas están sanas, es fundamentalmente posible curar al EPOC.
El Dr. Seo Hyo-seok es Director del Hospital Pyunkang de Medicina Coreana, cuenta con siete sucursales en Corea del Sur, uno en la Universidad de Stanton en California y en Atlanta. El Dr. Seo entró a lo más alto de su clase en Kyung Hee University en Corea, y después de años de investigación en el desarrollo de la fórmula herbal Pyunkang-Hwan, ha mejorado la inmunidad mediante el fortalecimiento de la función pulmonar. Eso ha ayudado a curar a más de 155.000 pacientes de diversas afecciones.
Encuentre más enPyunkang.com
Email:Dr.Seo@wwdoctor.com
Fuente: http://www.lagranepoca.com/vida/salud/36840-secretos-de-la-medicina-coreana-parte-9-limpiando-los-pulmones-y-vias-respiratorias-deterioradas.html