miércoles, 28 de octubre de 2015

12 consejos para prevenir el cáncer de páncreas


Ciertos hábitos dietéticos pueden predisponer a una persona a que contraiga cáncer de páncreas.

Así mismo, otros factores dietéticos pueden desempeñar un papel clave en la prevención de esta enfermedad potencialmente mortal.


1. Elegir alimentos de bajo índice glicémico

Los siguientes consejos podrían servirte para mediante la planificación de tu dieta, fortalecer tu organismo y minimizar el riesgo de cáncer de páncreas.

El índice glicémico, abreviado a menudo simplemente como GI, por sus siglas en ingles, es el valor de la energía que existe en los carbohidratos presentes de los alimentos que afectan los niveles de azúcar en la sangre.

Los alimentos con una calificación de bajo índice glicémico contribuyen a mantener estables los niveles de glucemia.

Mientras que los alimentos que causan fluctuaciones rápidas en los niveles de glucemia tienen una calificación elevada en el índice glucémico.

Los alimentos que tienen un GI con calificación alta se han relacionado con el desarrollo del cáncer de páncreas, ya que estimula la producción de insulina y el factor de crecimiento similar a la insulina (IGF).

Dos hormonas que se ha demostrado estimulan la progresión y la proliferación tumoral y la propagación del cáncer pancreático dentro del cuerpo.

Las legumbres, frutas y verduras sin almidón tienen una calificación baja en el GI.



 
En cambio los hidratos de carbono más refinados tienen una clasificación elevada en el índice glicémico.

2. Evitar el consumo excesivo de proteína

Hace más de cien años John Beard, un médico escocés, descubrió que uno de los mejores mecanismos de defensa del organismo contra el cáncer es la pancreatina, una mezcla de enzimas que también están implicados en la digestión de proteínas.

Las dietas altas en proteínas necesitan enzimas pancreáticas para poder digerir las proteínas, y por lo tanto, estas enzimas no pueden centrarse en su otra tarea clave: Prevenir la posibilidad de que se presente el cáncer.

Si bien es cierto que determinada cantidad de proteína es necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo, debes evitar cantidades excesivas de proteína si deseas reducir el riesgo de cáncer de páncreas.

Algunos nutricionistas sugieren que el cuerpo necesita un período libre de proteína de aproximadamente 12 horas al día para la efectiva lucha contra el cáncer, máxime el cáncer de páncreas.



 
3. Curcumina y el cáncer de páncreas

La curcumina es un compuesto fenólico que da a la cúrcuma su característico color amarillo brillante.


La curcumina se ha utilizado, en forma de cúrcuma, en la medicina tradicional China e hindú durante siglos por sus propiedades para prevenir y tratar una amplia gama de problemas de salud.

En los últimos años, también la medicina occidental ha comenzado a prestar mayor atención a esta extraordinaria sustancia que, según investigaciones recientes, puede proporcionar protección contra casi cualquier tipo de cáncer, incluyendo el cáncer de páncreas.

En un estudio, los investigadores lograron demostrar que puede inhibir la producción de la Interleucina-8, una proteína especial producida por los glóbulos blancos que contribuye al desarrollo de cáncer de páncreas.

Además, se ha demostrado que puede destruir eficazmente los radicales libres y prevenir la formación de nitrosaminas (nitrosaminas son consideradas como potenciales carcinógenos pancreáticos en los humanos).


4. Come alimentos que contengan indol-3-carbinol

Las verduras crucíferas, como el brócoli, repollo, coliflor, col rizada y las coles de Bruselas, son famosos por sus propiedades antitumorales y anticancerígenas.

Estas propiedades son en gran parte atribuibles al indol-3-carbinol (I3C), un compuesto natural que se produce en los vegetales crucíferos al ser cortadas, trituradas o masticadas.



 
El I3C ayuda a desintoxicar las sustancias nocivas, tales como agentes carcinógenos que podrían causar cáncer de páncreas, al mismo tiempo que destruyen los radicales libres.

5. Evita los alimentos que contienen nitratos

Los nitratos son sustancias naturales que están presentes en el suelo, aire, aguas superficiales, aguas subterráneas y las plantas.

Los nitratos se utilizan también para dar a los productos cárnicos procesados un color rojo intenso y en los alimentos pueden ser convertidos por el cuerpo en nitritos, que a su vez pueden formar nitrosaminas.

Las nitrosaminas son capaces de inducir el cáncer de páncreas en los animales y son consideradas posibles carcinógenos humanos pancreáticos. Afortunadamente, la formación de nitrosaminas puede ser inhibida por ciertos antioxidantes como la vitamina C y vitamina E.

Como la mayoría de las verduras contienen cantidades elevadas de antioxidantes, la formación de nitrosamina generalmente no es una preocupación al comer verdura, incluso si contienen nitratos.


6. Evita alimentos que pueden estar contaminados con aflatoxinas

Selecciona legumbres, granos y nueces frescas.

Sustancias carcinógenas pueden existir en los alimentos cuando ciertos hongos que crecen en los alimentos producen toxinas durante el procesamiento o almacenamiento.




Estas toxinas incluyen aflatoxinas, sustancias venenosas que causan cáncer de hígado y representan un mayor riesgo para el cáncer de páncreas. Los cacahuetes parecen ser particularmente susceptibles a la contaminación con aflatoxinas.

Pero también muchos otros tipos de alimentos, incluyendo granos enteros, legumbres, frutos secos y especias son vulnerables a los hongos productores de aflatoxinas.

Estos venenos son resistentes a la cocción y congelación, de tal forma que lo mejor es tener cuidado en la selección de los alimentos, así se puede reducir grandemente el riesgo de exposición a estos tóxicos:


Comprar semillas frescas, legumbres, nueces y granos o al menos evitar cosechas viejas.

Tirar las semillas con sabor rancio o sospechoso.

Comer verduras que sean ricas en clorofilina, que ha demostrado reducir los niveles de las aflatoxinas.


7. Consumir alimentos que aportan ácido elágico

En la batalla contra el cáncer de páncreas, el ácido elágico bien podría ser la mejor arma.


Según las investigaciones, el ácido elágico puede activar enzimas desintoxicantes en el hígado, eliminando sustancias cancerígenas existentes en el suero.




También puede prevenir la asociación al ADN celular de elementos carcinógenos.

Además, ha demostrado poder estimular el sistema inmunológico para combatir más eficazmente las células cancerosas, actuando com un activador de la apoptosis (es decir la autodestrucción de las células cancerosas).

También, posee propiedades antioxidantes que permiten atacar el cáncer pancreático potencialmente causado por los radicales libres.

Elagitanino, que el cuerpo convierte en ácido elágico, está presente en la mayoría de las frutas rojas y bayas, por ejemplo, la frambuesas es una fuente especialmente buena de este extraordinario compuesto para combatir el cáncer.
8. Asegúrate de consumir vitamina D en cantidades idóneas

La vitamina D es conocida por su papel en fomentar huesos fuertes para promover la absorción de calcio por el cuerpo, pero en los últimos años se ha descubierto que la vitamina D tiene efectos potencialmente protectores contra el cáncer de páncreas.

Según dos grandes encuestas de larga duración, un consumo diario entre 300 UI a 449 IU (unidades internacionales) por día podría reducir el riesgo de cáncer de páncreas en un 43%.

El efecto protector de la vitamina D contra el cáncer de páncreas se basa en la capacidad de la vitamina para bloquear la proliferación de células cancerosas.

Las mejores fuentes de vitamina D incluyen hígado, yemas de huevo, pescado. La fuente ideal es el sol y exponerse a sus rayos garantiza la obtención de dicha vitamina


9. Reducir la ingesta de grasa, especialmente animal

Una alta ingesta de grasa animal se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de páncreas.

Un estudio encontró que los participantes del estudio con la mayor ingesta de grasa animal tenían un 43% mayor riesgo de cáncer pancreático en comparación con el grupo de control.



Una sustancia que se cree que juega un papel importante es el ácido araquidónico, un tipo de ácido graso omega-6.

Es abundante en las grasas provenientes de las carnes rojas, las vísceras y las yemas de huevo.

Este ácido graso omega-6 estimula el crecimiento de la célula de cáncer y facilita la propagación del cáncer pancreático dentro del cuerpo.

La evidencia sugiere que el ácido araquidónico también puede destruir las células del sistema inmune involucrado en la protección contra este cáncer.

Grasas omega-3 que se encuentra en el salmón, la caballa, linaza, nueces y algunos otros alimentos, se cree que inhiben el crecimiento de dicho cáncer.

Sin embargo, también las grasas omega-3 pueden ser dañinas si se consumen en exceso.

Como toda grasa dietética, estimula la producción de bilis que puede transformarse en ácido apocólico, un cancerígeno probado, si un exceso de grasa se atasca en el intestino durante demasiado tiempo.

La mayoría de los nutricionistas recomiendan limitar la ingesta de grasa total de aproximadamente 20% de la ingesta calórica total.



 
10. Asegurar el aporte idóneo de vitamina C y E

Vitamina C y vitamina E eliminan los radicales libres y estimulan el sistema inmunológico, que puede reducir el riesgo de cáncer de páncreas.

Además, la vitamina C y vitamina E pueden inhibir la formación de nitrosaminas, una sustancia que induce el cáncer de páncreas en los animales y que puede causar cáncer de páncreas también en los seres humanos.

Sin embargo, el impacto de la vitamina C en la formación de nitrosaminas podría ser relevante sólo si no hay grasa en el estómago.

Un grupo de investigaciones imitaron las condiciones químicas del estómago superior y midieron el impacto de la vitamina C en la producción de nitrosaminas, tanto en presencia y ausencia de grasa en el estómago.

Sin grasa, vitamina C disminuyó los niveles de nitrosaminas, pero cuando al agregar un 10 por ciento de grasa, la vitamina C en realidad impulsó la formación de nitrosaminas.


11. Comer alimentos ricos en vitaminas del grupo B

La vitamina B es un complejo de varias vitaminas que a menudo trabajan juntas y coexisten en los mismos alimentos.

La investigación sugiere que una ingesta suficiente de las vitaminas B, especialmente de vitamina B12 (riboflavina), vitamina B6 (piridoxina) y vitamina B9 (ácido fólico), podría reducir el riesgo de cáncer de páncreas para personas que están por debajo del peso normal.

No obstante, la evidencia indica que las vitaminas del complejo B pueden no ser protectores contra dicho cáncer cuando se obtienen a través de suplementos vitamínicos.




Por lo tanto, es importante incluir variedad de alimentos ricos en estas vitaminas en la dieta.


12. Vitamina A y carotenoides

Numerosos estudios sugieren que hay una relación inversa entre el riesgo de cáncer y el consumo de alimentos ricos en vitamina A y carotenoides.

Los carotenoides, que son los precursores de la vitamina A, se encuentran en frutas como las naranjas, el limón y verduras como zanahorias, batata, melón, espinacas, col rizada y col rizada.

Los carotenoides más comunes en la dieta occidental incluyen el betacaroteno, el licopeno, zeaxantina y luteína.

Los efectos protectores de la dieta de vitamina A y carotenoides han demostrado ser particularmente fuerte para el cáncer de pulmón, pero también el riesgo puede reducirse mediante la inclusión de una variedad de alimentos ricos en carotenoides en la dieta.

Aviso importante: No obstante ser información contrastada de ninguna manera busca sustituir el asesoramiento profesional de un médico, razón por la cuál en Temas sobre salud consideramos que debe buscar siempre el asesoramiento de un profesional médico ante cualquier problema de salud.

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Lo más importante…Tu salud

Jacobo

Fuente: http://temassobresalud.com/prevenir-cancer-pancreas/?utm_source=facilisimo.com&utm_medium=Referral&utm_campaign=facilisimo